Desde hace dos años, los dermatólogos españoles andan con la mosca detrás de la oreja. Por algún motivo, los casos de tiña habían ido en aumento y, además, lo habían hecho en grupos de población poco habituales. Aunque estas infecciones pueden afectar a cualquier persona, son mucho más frecuentes en niños (o en pacientes inmunodeprimidos). Ahora el boom de casos tenía otros protagonistas: hombres jóvenes con buena salud. ¿Qué estaba pasando?
Ahora parece que tenemos la respuesta. Según ha adelantado la Academia Española de Dermatología y Venereología en un comunicado, el análisis de más de un centenar de casos señala un culpable claro: ciertos tipos de cortes de pelo que se han puesto de moda en los últimos años.
¿Pero qué es la tiña? Las tiñas (o dermatofitosis) son un conjunto de infecciones causadas por hongos. A diferencia de otras micosis (como la candidiasis) estas afectan fundamentalmente a la epidermis y a sus anexos (uñas y pelo, sobre todo). Hay muchos tipos de hongos capaces de generar tiña, pero en general todos comparten una característica: son parásitos de la queratina.
El ser humano convive con numerosas bacterias y hongos en su día a día. Muchas de ellas son oportunistas; es decir, se aprovechan de que el sistema inmune está en baja forma para tomar posiciones dentro del cuerpo. Eso nos da una idea de la antigüedad de este tipo de infecciones. De hecho, ‘tiña’ viene de ‘tinea’ (‘apolillado’ en latín) porque en el siglo V los médicos romanos pensaban que estos cuadros eran causados por insectos o gusanos.
¿Qué está pasando? Según un artículo aún no publicado en la revista ‘Actas Dermo-Sifiliográficas’ del que hemos tenido noticia, la clave del brote de los últimos años parece estar en ciertos cortes de pelo con degradados o rasurados del pelo de las zonas occipital y temporal. En muchos casos, estos cortes requieren un mantenimiento semanal y, siempre según los investigadores, parecen haber favorecido el contagio de la tiña a través de maquinillas eléctricas infectadas.
«Es probable que el material de rasurado contaminado se esté compartiendo entre los diferentes clientes de algunas las peluquerías que no estarían teniendo en cuenta las normas de desinfección del material», explicaba Leonardo Bascón, dermatólogo del Servicio de Dermatología del Hospital General de Granollers y autor principal del estudio en cuestión. Según estos investigadores, el brote estaría relacionado con la especie Trichophyton tonsurans.
No obstante, aún parece pronto para certificarlo. Ana Alastruey, científica titular del Laboratorio de Micología en el Centro Nacional de Microbiología (CNM) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), explicaba en el SMC España que su laboratorio, el de referencia nacional para este tipo de casos, «no hemos visto, de momento, un aumento en el número de cepas de T. tonsurans (ni de dermatofitos) que recibimos para análisis, aunque sí somos conscientes de que en los últimos años se ha descrito un aumento de cepas resistentes a los antifúngicos en este grupo de hongos. En la literatura científica existen varios informes sobre brotes similares relacionados con peluquerías».