Los reptiles marinos fueron animales muy abundantes y diversos justo antes de que empezaran a reinar en el planeta los dinosaurios. Hace unos años, un vecino de Cehegín, en Murcia, encontró un extraño fósil incrustado en la roca de una muralla del municipio. Un equipo de paleontólogos inició una investigación para descubrir más sobre el hallazgo. El fósil fue identificado como un espécimen de sauropterigio (Sauropterygia) y aporta información inédita sobre las condiciones geológicas y la distribución de estos reptiles marinos en la época en que empezó a fragmentarse el supercontinente Pangea.
Un monstruo marino en España
“El animal tendría un aspecto parecido a un lagarto actual, aunque en realidad no era un lagarto, sino que pertenecía a un linaje de reptiles marinos que se adaptaron al medio acuático de manera temprana, justamente antes de la aparición de los dinosaurios. En concreto, se trata de un reptil del orden Eosauropterygia (Superorden Sauropterygia). Su cuerpo era hidrodinámico para poder desplazarse con facilidad por el agua y tenían un cuello y una cola largos. Su modo de vida era parecido al de los leones marinos, ya que además de nadar por esos mares del Triásico, también podían pasar parte de su vida en tierra firme, sobre la arena o sobre las rocas”
Así describió Mélani Berrocal-Casero al animal extinto que vivió en lo que hoy es España durante el Triásico Medio, hace entre 247 y 237 millones de años. Mélani es investigadora postdoctoral del Departamento de Geología, Geografía y Medio Ambiente de la Universidad de Alcalá y encabezó el estudio del fósil, publicado en la revista “Lethaia”, junto a otros miembros del Grupo de Investigación PaleoIbérica.
Los restos fósiles fueron encontrados en 2018. Los hermanos Juan Alberto y Fernando Pérez-Valera se pusieron en contacto con Mélani para describir el fósil y buscar la formación de la que se extrajo la roca del muro en la que se encontró, a fin de confirmar su origen y reconstruir el contexto geológico al que pertenece. Acudieron a la cantera de la que sospechaban que procedía la roca donde apareció el reptil y allí encontraron el afloramiento original del fósil. Los restos comprenden moldes de los huesos y algunos fragmentos de hueso incrustados en la roca: vértebras, costillas y parte de las patas delanteras y traseras. El esqueleto articulado pertenece a un reptil marino de unos 40 centímetros, un espécimen de tamaño pequeño-mediano cuyas características han sido comparadas con el género Lariosaurus, un “monstruo marino” con un aspecto parecido al que se suele atribuir al legendario Monstruo del lago Ness.
“El descubrimiento es especialmente relevante porque el registro de vertebrados marinos del Mesozoico de las Béticas es muy poco conocido, siendo, de hecho, el fósil de reptil marino más completo y de mayor antigüedad publicado hasta ahora en todo el sureste de España”.
La vida en el Triásico
El fósil, expuesto al público en el Museo Arqueológico de Cehegín, supone un descubrimiento interesante para estudiar las conexiones marinas del Triásico Medio, además de la diversidad y distribución de estos reptiles marinos, mayor de los que se creía tal y como confirmaría este hallazgo.
“Un hecho que demuestra, por primera vez, una posible conexión entre las regiones de centro-Europa y norte de Italia (la llamada provincia Alpina) y el sureste de Iberia en esta época (Triásico Medio), a través de pasillos marinos, que favorecieron la distribución y dispersión de los organismos, como por ejemplo, esta especie de reptil”.
Próximas investigaciones tratarán de descubrir más sobre el medio marino que habitó este reptil, la profundidad del mismo o las condiciones que se han dado para la peculiar conservación de este fósil entre el molde y restos óseos que acabaron formando parte de la muralla de un municipio de Murcia.