Usuarios denunciaron el mal manejo de los fondos destinados para el Centro de Rehabilitación Psicosocial, antes conocido como el Manicomio, luego de determinar ciertas irregularidades que estaban sucediendo en la entidad y que denunciaron bajo el anonimato por su seguridad.
A través de un reportaje del programa Nuria Investigación Periodística se pudo determinar que habían facturas de compra de insumos realizadas al colmado Casa Cache, que contenían montos sobrevaluados, las cuales plasmaban el costo de productos con un precio elevado que no correspondía a los originales en comparación a lo que se vende en supermercados.
A pesar de que los artículos tuvieron un alto costo, así también, personas que consumían la comida expresaban que no contaban con los estándares de calidad, ya que se reportaba la avena y harina con gorgojos y el arroz con gusanos, es decir que la comida se presentaba dañada, lo que representaba un problema de salud a los consumidores.
Cabe destacar que el encargado de despensa, Joel Antonio Sánchez y el nutriólogo de la entidad, Ricardo Marte, habían reportado al administrador del centro, Samuel Morillo, dos meses antes de la compra en cuestión, que estaban presentando percances con algunas compras realizadas a Casa Cache.
El director del centro, Yino Martínez, confesó que estaban conscientes de las anomalías que se habían producido en el área administrativa y que a raíz de esto le fueron buscando solución.
Al parecer la única medida que se había tomado para mejorar la deficiencia fue el cambio de proveedor, ya que el área de cocina no se ve en condiciones para el buen manejo de los alimentos preparados para los usuarios.
A raíz de esto, el director del centro aseguró que las remodelaciones del área están en proceso en un plan creado por la intervención realizada por Salud Pública.
Además, se mantiene operando en el centro el mismo administrador que aprobaba las compras de insumos a alto costo, a lo que el director alega que las irregularidades presentadas se debían a una gestión anterior en la entidad.
A pesar de que Martínez afirmó que tiene confianza con el administrador, debido a que en múltiples ocasiones lo ha alertado de sucesos ocurridos en el centro, sin embargo, el mismo es el que se encarga de manejar los bienes del centro y no lo hace de manera adecuada.
Así se confirma, tras quedar establecido en un documento, con firma del administrador, que unos hierros iban a ser removidos para usarse en otra parte, pero estos fueron vendidos a metalero, a lo que el director dice no tener conocimiento al respecto.
Otras de las problemáticas presentadas es la manera en que atienden a los pacientes, debido a que no los bañan de forma adecuada y los tienen durmiendo en condiciones deplorables.
Además de que en ocasiones, el personal de cocina se ha visto en la necesidad de cocinar a fogón, puesto a que reportan que no cuentan con gas y aún así no lo compran.
De acuerdo a las investigaciones, se pudo observar que el hoyo setico del centro se encuentra tapado, lo que produce olores y mal funcionamiento de los baños.
Así también, la falta de agua potable, suministro de fármacos, lo que ha provocado dos muertes a final de mes, a lo que el director alega que fueron por razones ajenas a la falta de medicamentos.
Usuarios denunciaron que Yino Martínez cuenta con un horario irregular a lo que él desmintió que esto fuera cierto, sin embargo, el equipo de investigación lo comprobó al llamar en horarios que le correspondía laborar.
Como consecuencia de estas situaciones, los empleados del centro se manifiestan en su contra y aseguran que no quieren trabajar ni con el director, ni el administrador.
Mientras que el director asegura que todas estas informaciones corresponden a un amala propaganda a su gestión, ya que se está trabajando para solucionar estas problemáticas que de una forma u otra afectan a los pacientes que se encuentran interno en el Centro de Rehabilitación Psicosocial.
En agosto de 1987 la periodista Nuria Piera se personalizó en el Hospital Psiquiátrico Padre Billini, mejor conocido como el Manicomio, para contemplar las condiciones en las que se encontraba el lugar.
Al notar el mal estado en que se observaba la infraestructura del centro y el trato inhumano que se le brindaba a los pacientes, los cuales se encontraban sucios, sin agua, durmiendo en el suelo y con mal olor.
Luego de ahí las autoridades habían prometido mejorar estas condiciones, de modo que le ofrecieran un buen servicio a los usuarios y así lo comprobó el equipo de investigaciones en el 2018, luego de otra de las visitas acostumbrada para darle seguimiento al caso.
El centro fue intervenido por Salud Pública, quienes dignificaron las condiciones en la que se encontraban los pacientes, sin embargo, hoy en día es otra la realidad que se cuenta.