Demandan a los Angels por US$21,4 millones por incumplir acuerdos de palabra

En enero de 2018, cuando tenía 14 años, Willy Faña hizo un acuerdo verbal en su hogar de San Francisco de Macorís, por US$1,8 millones con los Angelinos de Anaheim, en presencia de su entonces gerente, Billy Eppler, que sería oficializado en julio de 2020.

Faña, un jardinero entrenado por José Alfredo Sánchez, recibió utilería del equipo californiano y no se exhibió ante otros clubes, respetando el pacto. La pandemia ocasionó que se mueva la fecha de firmas para el 15 de enero de 2021, pero el 18 de diciembre de 2020, Bryan Parker, director internacional de la organización, llamó a Faña para comunicarle que el pacto se caía.

El infielder venezolano Keiderson Pavón, entrenado por JD Ozuna en Boca Chica, corrió un destino similar, al ser notificado que el acuerdo verbal acordado con los Angels en febrero de 2018 por US$425,000 quedaba sin efecto.

Pavón firmó ese 2021 por US$150 mil con los Rangers, pero Faña tuvo que esperar un año y en enero pasado los Mets les dieron un bono de US$1,5 millones.

Pero tanto los familiares de los jugadores como su agente, Ulises Cabrera, entendieron que había que enfrentar esa práctica común en el salvaje negocio del béisbol en el país y sometieron a la justicia a los Angelinos por daños y perjuicios.

La querella fue sometida ante el Tribunal de Primera Instancia de la provincia Santo Domingo a finales de 2021 y este miércoles habrá audiencia con las partes. Los querellantes buscan una compensación por US$17 millones por el caso de Faña y US$4,250 MM por Pavón.

“Los peloteros y los entrenadores que los ayuda a llegar a las Grandes Ligas están desnudos frente a los equipos ahora mismo. No hay ninguna protección y están a expensa de los que los equipos quieran por la razón que sea. No es justo, pero tampoco es legal, un contrato es un contrato, sea firmado o no firmado y ambas partes tienen responsabilidad frente a un acuerdo”, dijo Cabrera a DL.

“Lo que pasa es que los equipos han usado la falta de consecuencia como una forma de escaparse y hacer lo que les dé la gana a costa de los peloteros y las familias, es un abuso y alguien tiene que decir que no”, dijo Cabrera, también presidente de la Dominican Prospect League (DPL), la plataforma donde jugaron Faña y Pavón.

Cabrera envió un e-mail tanto al sindicato de peloteros como a las Grandes Ligas donde les plantea el problema y les exige enfrentarlo en momento en que las negociaciones para la implantación de un sorteo internacional está frizada.

«El problema de los equipos y jugadores que se retractan de los tratos sin ninguna responsabilidad se resuelve al tener un sistema de informes en el que los equipos deben informar cada uno de los tratos que tienen, cuándo se acordaron, cuánto se acordó, con quién lo acordaron y cuál lazos, si los hay, tienen los jugadores entre sí. También un reconocimiento de que el jugador, en ese momento, está libre de lesiones o prueba de drogas fallida. Una línea base de rendimiento físico.

Si una de las partes se retracta de un acuerdo sin motivo, se le podría prohibir a ese jugador que firme ese año calendario o el equipo podría perder su fondo de bonificación por el monto previamente acordado», escribió Cabrera.