La Policía Nacional de Haití (PNH) anda hoy tras la pista de los autores de un atentado contra un agente del SWAT Team, quien fue acribillado en esta capital.
Los miembros de la pandilla, cuyo nombre se desconoce hasta el momento, abrió fuego contra Lector Roobens, de la 31 promoción de ese cuerpo especializado.
Roobens recibió ocho proyectiles y murió en el hospital donde lo trasladaron de urgencia, precisó el Sindicato Nacional de Policías Haitianos.
Recientemente, el coordinador general del Sindicato de la PNH, Lionel Lazarre, criticó con dureza al primer ministro del país caribeño, Ariel Henry, a quien acusó de negligente.
Lazarre comentó que muchos policías huyeron de sus casas por temor a las represalias de las pandillas, y hoy duermen en las comisarías con sus familias, y ni un subsidio le otorga el Estado.
«Si el gobierno tuviera voluntad y se preocupara por resolver los problemas de seguridad, no habría pedido el apoyo de una fuerza internacional, sino que habría invertido en la compra de material», sentenció Lazarre.
El Sindicato Nacional de Policías de Haití informó que mil 800 agentes del orden huyeron del país el pasado año, otro factor que hoy imposibilita dar una respuesta efectiva a las bandas criminales.
Lazarre precisó que hasta octubre fueron mil 600 y entre noviembre y diciembre sumaron 200.
Puntualizó que 39 policías murieron de forma natural y 37 fueron asesinados por las bandas armadas en 2023, y en los dos últimos años la cifra de agentes perdidos es de mil 950.
Los policías, que trabajan en condiciones extremadamente difíciles, con falta de perspectivas, buscan en su mayoría acogerse al programa parole humanitario del gobierno de Estados Unidos.
El sindicato demandó atención psicológica para ese sector, el más expuesto en la lucha contra los grupos armados en el país caribeño.
De acuerdo con un comunicado del gremio, el estado físico, psicológico y emocional de los agentes sufren el impacto de la dura realidad del momento.
«El sindicato insta a los altos mandos a investigar los casos de agentes necesitados de asistencia de salud mental para ayudarlos a continuar trabajando en pos de restablecer la paz en la ciudad», subraya el texto.
Dicho gremio, también exigió la entrega de materiales adecuados y suficientes para seguir luchando contra la creciente inseguridad, y mejores condiciones laborales para los agentes.
En especial, para aquellos que abandonaron sus barrios invadidos por bandidos.