Si marcharse de Dallas con 1-1 ya parecía una victoria para los Mavericks dada la ausencia de Doncic, qué decir de lo ocurrido esta madrugada. El conjunto texano ha vuelto a vencer a los Jazz, esta vez en Salt Lake City y por 118-126, para colocarse con ventaja de 2-1 en la serie a pesar de la ausencia de su estrella y poner en una posición muy complicada a Utah. Los de Snyder parecían ganar opciones cuando se conoció la dolencia del esloveno, pero los problemas con los que cerraron la temporada no han desaparecido y ahora mismo transmiten la sensación de que podrían estar ante las últimas semanas del proyecto.
Aunque en menor medida que en el segundo partido, los Mavericks volvieron a cimentar su victoria en dos elementos: una gran actuación de Jalen Brunson, y una lluvia de triples. El base volvió a ser el mejor de los suyos con 31 puntos y 5 asistencias, y ni siquiera una fuerte caída que le obligó a poner rumbo a vestuarios en el segundo cuarto fue capaz de frenarle. Brunson supo llevar de nuevo con firmeza las riendas de los suyos durante muchos minutos, y, cuando llegó el clutch, dejó claro que lo del Game 2 no fue casualidad sumando varias canastas decisivas para sellar la victoria.
Jalen, no obstante, no estuvo ni mucho menos solo, pues toda la plantilla parecía ser consciente de la importancia de este choque y fueron muchos quienes dieron un paso adelante. Hasta siete jugadores de Dallas terminaron en dobles dígitos en anotación, y hombres como Spencer Dinwiddie, autor de 20 tantos, o Maxi Kleber y Davis Bertans, que sumaron 17 y 15 respectivamente tras anotar 4 triples cada uno, fueron igualmente fundamentales en el triunfo. Los de Kidd mostraron una amplitud de recursos y opciones de la que habían carecido en otras postemporadas, y si consiguen mantenerla una vez que Doncic esté de vuelta tendrán sin duda motivos para soñar.
Los Jazz, por el contrario, generan cada vez más dudas y siguen sin encontrar la forma de hacer daño de forma consistente a su rival. Donovan Mitchell, con 32 puntos, fue quien más sumó en los de Snyder, y de hecho, con 25 de sus tantos en la segunda mitad, fue responsable de que los suyos forzasen un final apretado tras ir perdiendo por 17 al descanso, pero no fue suficiente para evitar la primera derrota en casa ante Dallas desde 2016.
Bojan Bogdanovic y Mike Conley, con 24 y 21 puntos, apoyaron al escolta en ataque, pero nadie supo ser el remedio que tan desesperadamente necesita Utah en defensa. La serie parece haber tomado un rumbo muy peligroso para los de Salt Lake City, que, veremos si con Doncic delante o no, necesitan ganar el Game 4 para no verse descolgados.