La empresa estatal Unión Eléctrica (UNE) calcula para el horario de mayor consumo de este martes, en la tarde-noche, una afectación cercana al 43 % en Cuba.
Ello significa que se mantienen los apagones en el país, un panorama agravado tras el paso del huracán Ian por el occidente del país hace más de 10 días.
La UNE prevé que en el horario pico de este martes, la capacidad de generación eléctrica sea de 1.875 megavatios (MW) para una demanda de 3.197 MW.
El déficit -la diferencia entre oferta y demanda- se situará entonces en los 1.322 MW, un 70 % de la capacidad de generación máxima.
La afectación -lo que se desconectará realmente- será de 1.392 MW, de los que la UNE atribuye 110 a los daños ocasionados por Ian.
Los apagones -por roturas y fallos en las anticuadas plantas termoeléctricas, la falta de combustible y los mantenimientos programados- son habituales desde hace varios meses en la isla.
De las ocho centrales terrestres, siete tienen más de 40 años, cuando la edad media de estas infraestructuras es de 30.
El Gobierno cubano anunció en septiembre que pretende reducir los apagones antes de finales de este año con reparaciones y nuevas inversiones.
Entre julio y septiembre solo se registraron dos días sin cortes del suministro, según los datos de la UNE cotejados por EFE.
Los cortes en el suministro lastran todos los ámbitos de la economía y afectan de forma notable la vida diaria de los cubanos, lo que está azuzando el descontento social en un país que atraviesa una severa crisis económica desde hace dos años.
Desde julio se han registrado decenas de protestas en todo el país, entre las que destacan los dos días de manifestaciones en Nuevitas (oriente) y la sucesión de sentadas, cacerolazos y bloqueos de vía que se produjeron en La Habana tras el huracán.
Los apagones fueron uno de los principales motivos tras las protestas contra el gobierno del 11 de julio del año pasado, las mayores en décadas.