El Gobierno de Cuba afirmó este jueves que EEUU nunca tuvo la intención de retirar a la isla de la lista de países patrocinadores del terrorismo porque le «resulta conveniente».
El canciller Bruno Rodríguez declaró que el país norteamericano no tiene en planes «corregir la injusta calificación de Cuba» ya que «le resulta conveniente para su criminal política de asfixia económica», según publicó en Twitter.
Rodríguez se hizo eco de las declaraciones de este jueves del secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, en las que afirmó que en EE.UU. «no estamos planeando» quitar al país caribeño de la lista.
Durante una comparecencia ante el comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, Blinken se comprometió «a que, si hubiera una revisión, se basaría en la ley y en los criterios que esta establece, que, como ya dije, tienen un listón muy alto».
El titular cubano de Exteriores afirmó que Blinken «confirma, de hecho, que las listas calificadoras del Departamento de Estado no son más que herramientas de coerción política y económica, totalmente divorciadas de temas tan sensibles como el terrorismo, la religión, los derechos humanos, el tráfico de drogas, la corrupción y otros».
La inclusión de Cuba en la lista en enero de 2021 fue una de las últimas decisiones que tomó el Gobierno de Trump antes de dejar el poder.
Estados Unidos justificó entonces la medida, que conlleva varias sanciones, aludiendo a la presencia en la isla de miembros de la guerrilla colombiana del ELN, que viajaron a La Habana para iniciar negociaciones de paz con el Ejecutivo de Colombia.
La isla había salido de la lista en 2015, durante la etapa de acercamiento impulsada por el entonces presidente estadounidense Barack Obama (2009-2017) y después frenada por Trump, que durante su mandato redobló las sanciones contra Cuba y paralizó gran parte de las medidas del «deshielo» estimuladas por su antecesor.
La actual Administración de Biden ha hecho algunos gestos hacia la isla, como la eliminación del límite de remesas para Cuba, pero sigue lejos del acercamiento de Obama.