El Gobierno de Cuba acusó al Parlamento Europeo de tener un «doble rasero» en el tratamiento a los derechos humanos.
La acusación se da luego de que esa institución de la Unión Europea convocara para el próximo 16 de diciembre, y por tercera vez en este año, un debate sobre «la situación en Cuba».
La convocatoria se dio por una propuesta presentada por el eurodiputado español José Ramón Bauzá, del partido de derecha Ciudadanos, quien ha pedido que el Parlamento Europeo se pronuncie sobre la situación de presuntos presos políticos en la isla, entre ellos José Daniel Ferrer.
A través de un comunicado de la Cancillería, Cuba señaló que la presunta situación de estas personas en la isla solo es utilizada «como pretexto» para que se dé el debate.
Indicó que este grupo de ciudadanos «no son defensores de los derechos humanos en Cuba, ni representan a la mayoría de la población cubana», sino que son personas que «responden a los intereses explícitamente enunciados por el gobierno de los EE.UU.» y que sus acciones «tienen como principal objetivo lograr un cambio de régimen» en la isla, así como «subvertir el orden interno y desestabilizar el país a cualquier precio».
Cuba, además, reprocha que sea sobre el único país de América Latina y el Caribe sobre el que se ha discutido tanto en el Parlamento Europeo y en un lapso corto de tiempo.
Eso, señala La Habana, es muestra de «la singularización, la manipulación del tema de los derechos humanos y el doble rasero de quienes lo utilizan con un trasfondo marcadamente político»; y añade que con esa actitud «se desacredita, aún más, la imagen de la llamada casa de la democracia europea».
«Queda claro que con esta maniobra anticubana se pretende nuevamente entorpecer las relaciones bilaterales entre Cuba y la Unión Europea, y socavar la implementación del Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación entre Cuba, la Unión Europea y sus Estados miembros», dice el texto de la Cancillería cubana.
En septiembre pasado, el Parlamento Europeo aprobó una resolución, con 426 votos a favor, 146 en contra y 115 abstenciones, en la que «pide el fin de la represión y lamenta la vuelta de la cultura del miedo» en Cuba.
Previamente, en junio, fue aprobada otra resolución, con 386 votos a favor, 236 en contra y 59 abstenciones, en la que llaman a respetar los derechos humanos, así como la libertad de expresión y artística en la isla.
Al respecto, en su comunicado, la Cancillería critica que en ninguna de las últimas resoluciones aprobadas en la Eurocámara sobre Cuba «se tiene la decencia mínima de mencionar los impactos del criminal bloqueo económico, comercial y financiero, impuesto por el gobierno de los EE.UU. desde hace más de seis décadas» contra la isla «y que ha sido recrudecido de manera genocida y premeditada en medio de esta pandemia» del coronavirus.
«Si los eurodiputados que han promovido esta nueva maniobra anticubana estuvieran realmente interesados en los derechos humanos del pueblo de Cuba, denunciarían en primer lugar la flagrante y sistemática violación que representa la implementación del bloqueo», reclama Cuba.
Además, les recuerda que los efectos extraterritoriales del bloqueo «afectan, de igual forma, los intereses de las empresas y ciudadanos europeos que deben representar los miembros de la Eurocámara».
La Habana reprocha, también, que en los debates y resoluciones sobre la isla en el Europarlamento, aparte del bloqueo, se omita que, pese a los escasos recursos con los que cuenta el país, «Cuba ha gestionado de manera exitosa el control sobre la pandemia y ha sido capaz de producir sus propias vacunas».