Cada vez que Christopher Nolan estrena un nuevo largometraje, la campaña promocional y las semanas —o meses— previas al lanzamiento terminan siendo casi tan espectaculares como el producto final. El caso de ‘Oppenheimer’ no iba a ser una excepción, y tras recreaciones de explosiones nucleares, promesas de desnudos integrales y bravuconadas varias, hemos conocido un nuevo dato realmente espectacular.
Larga y pesada
Ya sabemos de sobra que el bueno de Nolan es un fiel amante del fotoquímico y, más concretamente, de rodar en película de 65mm y de proyectar preferiblemente en IMAX 70mm sus obras —con el volumen a toda castaña, a ser posible—, pero cuando hablamos de metrajes que superan las tres horas como el de su retrato del padre de la bomba atómica, estas opciones se traducen en bobinas gigantescas.
Según recoge Associated Press, y tal como ha explicado el propio director en un vídeo, la impresión de ‘Oppenheimer’ en 70mm se extiende durante casi 18 kilómetros —17,7 km para ser exactos— y pesa la friolera de 272 kilos. Una monstruosidad que, eso sí, nos va a brindar las mejores condiciones posibles de visionado.
Así lo ha explicado el autor británico.
«La nitidez, la claridad y la profundidad de la imagen son inigualables. Lo más destacado para mí es que al filmar en IMAX 70mm, realmente haces que la pantalla desaparezca. Obtienes una sensación de 3D sin necesidad de gafas. Tienes una pantalla enorme y estás llenando la visión periférica del público. Los estás sumergiendo en el mundo de la película».
A pesar de no haber podido disfrutar aún de una proyección IMAX 70mm, sí he sido testigo de las magnífica sensación que transmite la proyección en película de 70mm con títulos como ‘Interstellar’ o ‘Dunkerque’ y el nivel de detalle, textura y fidelidad es realmente asombroso. No puedo menos que celebrar poder repetir formato con ‘Oppenheimer’ en unos días. Ya os contaré cómo ha ido.