¿Cuánto café puedes tomar al día sin que peligre tu salud?

El café es una bebida que genera controversia por doquier. No queda del todo claro si se trata de un líquido saludable o bien todo lo contrario. ¿La razón? Periódicamente surgen nuevos estudios científicos que aportan diferentes visiones sobre las propiedades del café y los beneficios de tomarlo en la salud humana.

La última de estas investigaciones parece arrojar interesantes conclusiones. Realizada por investigadores de la McMaster University de Canadá y publicada en la revista Nature Communications, esta investigación vinculó el consumo de café con ciertos beneficios cardiovasculares al facilitar la eliminación del conocido como colesterol “malo”, cuyo nombre técnico es lipoproteínas LDL. Concretamente, esta bondad cafetera parece atribuirse a una proteína del hígado llamada PCSK9 cuyos niveles se ven afectados ante la presencia de cafeína.

No es la primera vez que tomar café se relaciona con beneficios saludables de esta índole. De hecho, en los últimos años diversos estudios científicos han asociado esta bebida con diversas ventajas para la salud: por ejemplo, en la mejora del rendimiento físico o la concentración. Sin embargo, el efecto más sonado que provoca el café es la reducción de mortalidad por todas las causas, tal y como señaló un grandísimo estudio en el año 2018 en el que participaron más de medio millón de personas. Casi nada.

Si bajamos del pedestal para buscar otros efectos humildes y cotidianos del café no por ello menos interesantes hallaremos “chicha”. ¿Sabías que es interesante tomar un café antes de dormir la siesta? Se recomienda tomar café previamente al sueño para despertarnos con un subidón de energía importante: es la conocida como “siesta de café”.

El motivo reside en el tiempo que tarda la cafeína en hacer su magia, siendo aproximadamente de 20-30 minutos. Este rango de tiempo será fabuloso para conseguir un descanso óptimo a mediodía que nos permita afrontar la jornada restante con energías, evitando así la inoportuna caída de baba en el cojín del salón tras una siesta kilométrica.