Los gatos despiertan desde siempre un interés y una fascinación extraordinaria, que no ha cesado con el advenimiento de las redes y la exagerada conexión del mundo de hoy.
Por el contrario los gatos siguen reinando en Internet a fuerza de videos y memes, mientras que en la antigüedad su fama y notoriedad quedaba plasmada en los múltiples refranes que los citaban, directa o indirectamente.
Algunas de esas expresiones han llegado hasta la actualidad sin perder un mínimo de vigencia: “Aquí hay gato encerrado”; “Nos dan gato por liebre”; “Buscarle tres pies al gato”; “Quien le pone el cascabel al gato”; son sólo algunos de los ejemplos de dichos populares que abundan en el catálogo de las tradiciones relacionadas con los felinos domésticos.
Uno de esos refranes más conocidos y usados relacionado con los gatos es también uno de los más antiguos. Se trata del refrán que dice “De noche, todos los gatos son negros”. La palabra pardo se emplea, a menudo, para referirse al color marrón de la tierra o de la piel de una especie de oso; sin embargo, en este refrán pardo apunta al significado oscuro.
El refrán quiere decirnos, en su sentido más estricto y literal, que por la noche, ante la falta de luz y claridad de visión, se hace más difícil distinguir los detalles de las cosas y las personas.
Los defectos pueden disimularse, generando malentendidos y engaños. La frase no sólo se refiere a lo físico, sino también a todo tipo de emociones, intenciones e instintos, que igualmente se confunden cuando reina la oscuridad conceptual. El dicho advierte sobre los riesgos de no tener una visión correcta y adecuada de la realidad.
Si bien no se sabe el origen exacto del dicho sobre los gatos pardos, una teoría bastante extendida señala a Madrid como el lugar de su origen, ya que quizás el refrán tenga que ver con el apodo que en esa ciudad se les daba a los ladrones a los que, en épocas antiguas, se los llamaba “gatos”.
El dicho advertiría, en aquella época, a algunos cortesanos transeúntes que no frecuentaran de noche ciertos lugares, ante el peligro de ser asaltados, al no poder diferenciar por su aspecto con quienes se vinculaban.
De ese modo, “De noche todos los gatos son pardos” se suma a la lista de expresiones ancestrales castizas relacionadas con los animales tales como : “La mona aunque se vista de seda, mona se queda” o “De noche, con la luz de la vela, la burra parece doncella”.
Los animales siempre están presentes en nuestras vidas humanas como reflejo de todas nuestras conductas.