Las pretemporadas existen justo para limitar los imprevistos que surgen con la vuelta a la competición de élite. Por eso resulta irónico que en estas semanas de amistosos se sucedan las lesiones que influyen directamente en el inicio de la temporada regular. El último afectado por estas es Corey Kispert, el escolta de los Washington Wizards que se perderá al menos un mes por un esguince de tobillo. Su ausencia se podría prolongar hasta las seis semanas.
Según el reporte médico, el tobillo de Kispert se torció al pisar el pie de un rival durante el primer encuentro entre Wizards y Warriors en Japón. Hasta entonces el jugador había disputado 19 minutos y anotado 4 puntos. No ha sido hasta la llegada del equipo a Estados Unidos que las pruebas han determinado la gravedad de la lesión. El escolta afronta su segunda campaña en la NBA después de sufrir cierta discontinuidad durante su primer curso. En 77 partidos, 36 como titular, Kispert promedió 8,2 puntos y 2,7 rebotes en 23 minutos por noche. En su etapa en Gonzaga, el jugador fue uno de los anotadores más eficientes de la primera división universitaria, por lo que su 35% en el triple debería mejorar bastante. Por desgracia, tendrá que esperar mínimo hasta diciembre para mostrar los progresos realizados.