El exdirector técnico de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), Víctor Matías Encarnación Mateo, ha sido señalado por desempeñar un papel operativo en el esquema de corrupción desarticulado por la Operación Antipulpo. Se le acusa de actuar como intermediario entre los responsables de los contratos y los contratistas encargados de suministrar equipos.
Encarnación Mateo ha admitido su participación en los hechos investigados por la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca), relacionados con una red de corrupción presuntamente liderada por Juan Alexis Medina Sánchez.
Testimonios, como el de Wilfredo Arturo González Castillo, otro de los imputados, respaldan estas acusaciones. González Castillo afirmó que , el director técnico de la OISOE, Víctor Encarnación, salía con bolsas que no contenían computadoras, sino dinero en efectivo, visto por él.
“Cuando empezó la campaña electoral, el director Francisco Pagán me asignó unos trabajos en la región sur y recibí de Fernando Crisóstomo 35 millones de pesos para apoyar a los candidatos municipales del Partido de la Liberación Dominicana (PLD)”, admite el ex director técnico de la OISOE.
Encarnación, en su rol como director técnico de la OISOE, un cargo de alto nivel ejecutivo, estaba directamente subordinado al director general, Francisco Pagán. Esta relación queda confirmada en el oficio número 0014758, emitido por el Ministerio de Administración Pública el 4 de noviembre de 2020.
Según el expediente de la Pepca, Encarnación formaba parte de una red operativa en la OISOE, colaborando con otros funcionarios como Lina Ercilia de la Cruz Vargas y Pachristy Emmanuel Ramírez Pacheco. Dentro de esta coalición, Encarnación habría participado en una serie de acciones ilícitas, que incluyen sobornos, malversación de fondos, falsificación, desfalco, violaciones a la Ley de Compras y Contrataciones Públicas, tráfico de influencias, enriquecimiento injustificado y lavado de activos provenientes de actos corruptos.
El modus operandi de esta red corrupta consistía en favorecer a ciertos proveedores con la adjudicación de contratos, manipulando los procesos de licitación. A cambio, estos «empresarios» devolvían el favor mediante pagos en efectivo y transferencias de propiedades, según alega el organismo acusador.
El imputado Encarnación Mateo, al arribar a un acuerdo voluntario con el Ministerio Público, coincidiendo con los señalamientos del expediente Antipulpo, declaró que “se alteraron fechas y documentos para la materialización de los pagos”.