El párroco del santuario de la Virgen de los Ángeles, además de ser relevado de sus funciones clérigas, fue declarado culpable de 4 delitos
Este miércoles fue condenado a 18 meses de cárcel a un ex sacerdote polaco por denegarle el auxilio a un prostituto que había contratado para la orgía gay que había organizado. Este necesitaba cuidado después de enfermar por la ingesta de drogas en la fiesta que se realizó en la residencia parroquial, pero el párroco lo negó.
Según informó este miércoles la prensa polaca, Tomasz Z. fue declarado culpable de cuatro delitos. Uno de ellos, el de “aprovecharse de la indefensión de otra persona para inducirle a mantener contacto sexual”, como también del uso de drogas ilegales.
La fiesta sucedió en agosto del año pasado. Tomasz Z. quien ejercía como párroco del santuario de la Virgen de los Ángeles de Dąbrowa Górnicza (sur) la organizó en la residencia parroquial. Pero él no era el único sacerdote que formaba parte del evento, además participaron en este varios sacerdotes más. El prostituto que había sido contratado en la reunión perdió el conocimiento debido a drogas ingeridas. Cuando la ambulancia llegó al establecimiento en auxilio, el sacerdote se negó a dejar entrar a los enfermeros. Este hecho provocó que se involucrara la policía polaca, lo que terminó por hacer público el incidente. Además, desembocó en la suspensión de sus funciones como párroco.
os sucesos resonaron en muchos de los medios y Tomasz Z, tras ser relevado de sus funciones, decidió pasar unos meses en Turquía después de los comentarios negativos que recibió. Le atribuyó a “ataques contra la Iglesia, el clero y los creyentes” las críticas a las que se enfrentó.
Poco después del incidente, el ex sacerdote comentó en las redes sobre lo sucedido, expresando que creía que se le daba más peso a la situación por culpa de su cargo. ”Creo que si algo similar le hubiera sucedido a una persona cualquiera, que tuviera una profesión diferente, y no a un clérigo, no habría habido ningún problema”, escribió el ex cura. El juicio se llevó a cabo a puerta cerrada, y en este se decidió que el ex clérigo deberá compensar a la víctima por lo sucedido y pagarle alrededor de 4.000 euros.