Pese a la semejanza con las elecciones de 2017, los recientes resultados sugieren que la sociedad francesa vive cambios fundamentales en cuanto a sus preferencias políticas.
Como estaba previsto, la primera vuelta de las presidenciales en Francia terminó sin grandes sorpresas, con el actual mandatario, Emmanuel Macron, y la candidata ultraderechista y exlíder de Agrupación Nacional, Marine Le Pen, pasando al balotaje programado para el 24 de abril, tras obtener 27,84 % y 23,15 % de los votos, respectivamente, según datos del Ministerio del Interior.
De este modo, los resultados de ambos candidatos se parecen mucho a los que se registraron en 2017. En aquel entonces, Macron reunió 24 % de los votos, mientras que Le Pen conquistó 21,3 %. En la segunda ronda, el centrista adelantó a la ultraderechista con 66 % frente a 34 %.
Ahora se estima que Macron ganará de nuevo las elecciones, aunque la brecha entre ambos podría reducirse, con 53 % a favor del actual presidente contra 47 % de su oponente, según indican proyecciones de la revista The Economist.
Pese a que salta a los ojos la semejanza con las elecciones de 2017, los resultados de la primera vuelta sugieren que la sociedad francesa vive cambios fundamentales en lo que respecta a sus preferencias políticas.
Distribución de votos por edad
El candidato Jean-Luc Mélenchon, de la plataforma izquierdista Francia Insumisa, quien ocupó el tercer puesto con 21,95 % de los votos, fue el pretendiente más popular entre los franceses de 18 a 24 años, según un estudio publicado por Harris Interactive.
Mientras, el actual presidente se convirtió en el más votado entre los ciudadanos de la franja etaria de 50 a 64 años o más. Le Pen se coronó como favorita entre los franceses de 35 a 49 años.
Más del 50 % de los votos fueron para candidatos que promueven salir de la OTAN
La primera vuelta demostró que la propuesta de Le Pen de abandonar el comando integral de la OTAN no es ajena a la ciudadanía. Entre los candidatos que están de acuerdo con tal postura figuran tanto el izquierdista Mélenchon como el ultraderechista Zemmour, así como Nicolas Dupont-Aignan, un trío que reúne más de 30 % de los votos. En total, al sumarse los resultados de todos los aspirantes proclives a la idea, se trata de más de 50 % de todos los votos.
En concreto, Mélenchon prometía «una salida inmediata de Francia» del comando integrado del bloque militar, así como avanzar hacia una retirada total «por etapas» de esa alianza, recoge Europe 1.
Zemmour ha sostenido que la salida de dicha estructura de mando es necesaria para encontrar «una voz independiente, sin dejar de estar dentro de la Alianza Atlántica».
El declive de los partidos tradicionales
Otro desenlace de la primera etapa es el de los malos resultados de los candidatos de partidos que gobernaron el país en el pasado.
Así, Valérie Pécresse, candidata del partido de centroderecha Los Republicanos, fundado por el expresidente Nicolas Sarkozy, recibió solo el 4,78 % de los votos, aunque las encuestas apuntaban a que podía obtener 8,5 %. En este sentido, Macron queda como último baluarte del centrismo frente a la ultraderecha.
El resultado de Anne Hidalgo, candidata del Partido Socialista y actual alcaldesa de París, quien solo llegó a 1,75 %, confirmó también el declive de los partidos tradicionales.
Por su parte, Yannick Jadot, miembro del partido Europa Ecología Los Verdes, logró el 4,63 %, aunque el tema de la protección del medioambiente figuraba en las encuestas como uno de los prioritarios para los votantes.
«Los resultados consolidan la idea de que Francia ha superado la tradicional división izquierda-derecha, que dominó la política de la posguerra, y que se dirige hacia una batalla que enfrenta a los nacionalistas antiinmigración, representados por Le Pen, con los progresistas proeuropeos abiertos a la globalización», estima Politico.
¿A favor de quién se pronuncian los candidatos que quedaron al margen de la carrera?
El izquierdista Mélenchon instó a la población a «no dar ni una sola voz a Marine Le Pen». «Sabemos a quién nunca votaremos. No hay que darle ni un solo voto a la señora Le Pen«, insistió.
Pese al llamamiento del candidato y al hecho de que en 2017 los inclinados a la izquierda favorecieron finalmente a Macron, los resultados de una encuesta realizada por la empresa Ipsos muestran que el electorado de Mélenchon está dividido con respecto a quién otorgar su voto. Así, la mitad de sus votantes no tienen preferencia entre Macron y Le Pen.
Otros candidatos, como Hidalgo, Jadot o el candidato del Nuevo Partido Anticapitalista, Philippe Poutou, instaron a sus simpatizantes a votar por el mandatario actual.
En paralelo, Éric Zemmour, que ocupa el cuarto lugar con 7,07 % de los votos, instó a sus votantes a manifestarse a favor de Le Pen. Lo mismo hizo Nicolas Dupont-Aignan, que forma parte de Debout la France y acumuló el 2,02 %.
Por su parte, tanto Jean Lassalle, fundador del partido Résistons!, como Nathalie Arthaud, la candidata de Lucha Obrera, ya anunciaron que votarán en blanco. «Macron, si es elegido, hará de Le Pen. Le Pen, si es elegida, hará de Macron, aun más autoritaria contra los trabajadores inmigrantes. Podemos elegir entre dos enemigos. El 24 de abril, votaré en blanco», escribió Arthaud en su cuenta de Twitter.
Fabien Roussel, el candidato del Partido Comunista, declaró que nunca permitirá «trivilizar la extrema derecha» e instó a los franceses a hacer uso de «la única papeleta» para vencer a Le Pen en la segunda ronda.
¿Por qué Occidente teme una eventual victoria de Le Pen?
Una posible victoria de Le Pen podría tener graves consecuencias tanto para la Unión Europea como para la OTAN, dado que la ultraderechista es conocida por sus polémicas declaraciones respecto a dichas alianzas, evalúa Politico.
En particular, el medio alerta que la eventual llegada de Le Pen al palacio del Elíseo «potencialmente infligiría un daño fatal en el funcionamiento» del bloque comunitario.
La candidata sigue siendo euroescéptica, con planes de reducir las contribuciones de Francia a la UE e intensificar la cooperación con Hungría y Polonia, donde políticos con ideas afines están al timón.
El programa electoral de Le Pen contiene también varios puntos que van en contra de los principios de libre circulación. Por ejemplo, plantea aumentar el número de guardias fronterizos y reintroducir el chequeo de mercancías que llegan al país, para luchar contra el fraude. Además, propone cambiar el acuerdo sobre el espacio Schengen y sustituirlo por un régimen de control simplificado para los europeos.
Entre tanto, este lunes la candidata afirmó, durante un viaje al departamento de Yonne, que la salida de la UE no es su objetivo, pero sí quiere «cambiar la estructura» del bloque, detalla RTL.
En cuanto a la OTAN, Le Pen siembra miedo entre los proclives a la Alianza Atlántica con su propuesta de sacar a Francia del mando integrado del bloque. La Agrupación Nacional sostiene que esa estructura «es incompatible con el estatus de potencia soberana, la independencia diplomática y militar y la libre definición del uso de la fuerza nuclear», según detalla la radioemisora francesa Europe1. Fuente RT en español