El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, reiteró el respaldo de Estados Unidos a la idea de establecer «pausas humanitarias» en el conflicto entre Israel y Hamás para permitir la entrega de ayuda en la Franja de Gaza. Blinken expresó que estas pausas humanitarias facilitarían la protección de civiles y el envío de ayuda al territorio palestino, que ha sido objeto de ataques por parte de Israel en respuesta a acciones de Hamás.
Blinken se reunió con los cancilleres de cinco países árabes en Amán, Jordania, donde se discutió la necesidad de poner fin a la guerra en Gaza y se acusó a Israel de cometer «crímenes de guerra». Varios de los cancilleres árabes exigieron un alto el fuego inmediato y sin condiciones.
Sin embargo, existe una percepción divergente entre Estados Unidos e Israel, por un lado, y los países árabes, por otro, en relación con cómo abordar el conflicto. Mientras que Estados Unidos ha respaldado la idea de pausas humanitarias, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha rechazado esta opción y considera que Israel tiene el derecho y la obligación de defenderse después de los ataques de Hamás.
Estas diferencias de opinión reflejan la complejidad y la sensibilidad del conflicto en la región, en el que las partes involucradas tienen perspectivas divergentes sobre cómo avanzar hacia una solución.