¿Cómo hablar de suicidio sin estigmatizar?

La directora del Instituto de Salud Mental y Telepsicología (Isamt), Angelina Sosa, ofreció un taller orientativo sobre cómo brindar ayuda a una persona que está atravesando situaciones de dificultad que requiere la intervención de un profesional de la salud mental y el rol de los medios de comunicación en la difusión de noticias que abordan estas temáticas.

Sosa destacó que un suicidio tiene consecuencias psicológicas para los familiares y allegados y consecuencias sociales, ya que muchas veces afecta a toda una comunidad, aún sin haber conocido al protagonista.

“En República Dominicana estamos por debajo de la media”, dijo sobre las estadísticas universales de suicidios, sin embargo, resaltó que “un solo caso que ocurra es importante”.

En el encuentro realizado en el auditorio de la Universidad Tecnológica de Santiago, la psicóloga explicó que silenciar un suicidio nunca ayudará a prevenir otro e instó a las personas que conocen las intenciones suicidas de alguien a comunicarlo lo antes posible para así ofrecerle ayuda de manera oportuna.

“La mayoría de las personas que están contemplando suicidio no saben con quién hablar”, indicó.

De ahí la importancia de las líneas de ayuda, como la Línea Familiar Contigo, con el auspicio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Colegio Dominicano de Psicólogos (Codopsi), disponible a través del 809-636-3507 y por WhatsApp con el 849-258-4479.

Sosa sostuvo que “la medida no es que el medio (de comunicación) no hable de suicidio, sino que lo haga de la manera adecuada”.

Un ejemplo que utilizó es cuando una celebridad da la cara y confiesa que ha superado episodios de estrés o ansiedad. Indicó que su testimonio sirve para reforzar la importancia de buscar ayuda a tiempo, en cambio, cuando un famoso se suicida y se difunden los detalles, se ha visto cómo algunos seguidores replican la acción.

La publicación de una noticia sobre suicidio podría generar comportamientos de imitación, especialmente cuando se otorgan muchos detalles del hecho.

Sosa pidió cuidar las entrevistas a los familiares del suicida o a una persona sobreviviente a un intento de suicidio porque “están en estado vulnerable y esas mismas emociones negativas se transmiten al público”.

Asimismo, recordó que los periodistas son seres humanos y también podrían verse afectados o reflejados por la noticia a la que le están dando cobertura.

Entre las prácticas negativas o desfavorables que un buen periodista no debe hacer citó: nunca destacar una nota de suicidio en primera plana, no utilizar lenguaje sensacionalista o que normalice el suicidio, no describir el método de suicidio o justificarlo con suposiciones y/o alegatos como deudas, problemas familiares o de pareja.

Del mismo modo pide no revelar la ubicación exacta del lugar y no compartir fotos, videos o enlaces de redes sociales que reproduzcan el hecho.

Finalmente, hizo un llamado a escuchar sin cuestionar a esa persona que está atravesando un momento de dificultad y estar alerta ante cualquier cambio de hábitos.