Chemsex: una peligrosa práctica sexual para la salud física y mental

EFE.-El chemsex mantiene alerta a los profesionales de la salud. Un médico de urgencias y una sexóloga nos explican los riesgos de esta práctica que une el sexo y las drogas en una peligrosa combinación para la salud.

El chemsex es, según los expertos, la combinación explosiva de relaciones sexuales con determinadas drogas ilegales para facilitar, potenciar o prolongar el acto sexual dañando la salud física y mental de quienes lo practican.

Según el Ministerio de Sanidad, este consumo de drogas con fines sexuales da lugar a largas e intensas sesiones de sexo que pueden prolongarse durante horas e incluso días.

La práctica de chemsex puede producirse entre dos personas (pareja sexual casual o estable) entre tres o más personas mediante el sexo grupal.

Entre las sustancias que más se consumen en las sesiones de chemsex, se encuentran: GHB/GBL, mefedrona, cocaína, poppers, metanfetamina, ketamina, speed, éxtasis/MDMA y fármacos para favorecer la erección.

Este fenómeno se produce más en las grandes ciudades como Madrid y Barcelona y en ciudades costeras como Torremolinos, Sitges o Ibiza, entre otras. Lo más común es que se realice en casas y locales privados, pero también se puede dar en lugares públicos.

Con motivo del mes del Orgullo LGBTQIA+, se celebró el pasado 23 de junio la función de teatro ‘El Gé’, un monologo que pone sobre la mesa el chemsex como una cuestión de salud publica.

Tras la representación, la Asociación Imagina Más, una ONG de igualdad, salud sexual y diversidad organizó un coloquio entre profesionales de la salud, psicólogos y artistas.

Entre los participantes destacaron Alba Alonso socióloga, sexóloga y experta en atención al chemsex en Imagina MÁS y Ángel Iván Díaz, médico de Urgencias del Hospital Infanta Cristina y formador sobre chemsex quienes, además, en una entrevista para EFESalud nos explican cómo afecta esta práctica a la salud física y mental.

Chemsex en cifras

La encuesta European MSM Internet Survey (EMIS) realizada en 2017 sobre conductas sexuales muestra por un lado, que en el caso de España al menos el 14 % de los hombres que habían tenido relaciones sexuales con otros hombres en los últimos 12 meses habían consumido drogas estimulantes y el 7,6 % las había tomado en el último mes.

Los expertos aseguran que estás cifras han aumentado notablemente tras la pandemia.

¿Qué motivos pueden llevar a alguien a practicar chemsex?

A pesar de que la media de edad de los usuarios más activos ronda los 30 ó 35 años, según afirma la experta, se está notando en consulta un aumento de pacientes cada vez más jóvenes.

El uso de aplicaciones de citas es un factor determinante dentro del público más joven. Según Alba Alonso, estas APP facilitan más el acceso al sexo y al consumo de drogas y en consecuencia, al chemsex.

Muchos pacientes buscan con estas sustancias una mayor excitación, desinhibición y sensación de confianza o seguridad. Además, hay quienes las consumen para realizar fantasías sexuales o para reducir el potencial dolor de prácticas sexuales más agresivas.

¿Cómo afecta el chemsex a la salud mental?

“La consecuencia más evidente en la salud mental de los pacientes que practican chemsex, es el desarrollo de adicciones de todo tipo”, afirma la psicóloga.

Las principales adicciones son a las sustancias que se consumen, al sexo o incluso la adicción cruzada al sexo y uso de sustancias.

Otra posible dependencia, recalca la psicóloga, es la que genera el uso excesivo de las aplicaciones móviles relacionadas con encuentros y citas sexuales.

Entre otras importantes consecuencias destacan la distorsión de la vida sexual que pasa a estar condicionada y determinada por la experiencia de consumo. También son frecuentes la generación de ansiedad, estrés, depresión o incluso trastornos psicóticos derivados del consumo de sustancias.

chemsex salud
FOTO EFE/Julian Stratenschulte

¿Qué relación guarda el chemsex con el VIH, hepatitis virales e infecciones de transmisión sexual?

La practica de chemsex guarda una relación muy estrecha con casi todas las enfermedades de transmisión sexual.

“Cuando estás bajo los efectos de las drogas al mantener las relaciones sexuales, se te acaba pasando utilizar los elementos de protección sexual”, afirma el doctor Ángel Iván Díaz.

La profilaxis preexposición ( PrEP) son medicamentos que toman habitualmente las personas que corren el riesgo de padecer el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) al exponerse a él a través del sexo.

Al practicar el chemsex, el doctor afirma que muchas personas olvidan hacer uso de métodos de protección al creer que con la PrEP es suficiente para evitar las enfermedades de transmisión sexual.

¿Cómo se actúa desde urgencias ante la llegada de un paciente con un problema producido por la práctica de chemsex?

“Cuando un paciente con estos problemas llega a urgencias lo primero de todo es determinar el grado de intoxicación que tiene y la gravedad“, explica el doctor.

Una vez que se ha determinado cuál es el estado del paciente, se empiezan a plantear todas las necesidades: si necesita acudir a la UCI, estar intubado…

Sin embargo, el experto apela a la inexistencia de un protocolo especifico de derivación a posteriori a consultas de psiquiatría o consultas de los centros de atención a la drogodependencia (CAR).

“Depende de cada médico derivar al paciente a centros de atención a la drogodependencia (CAR) o a psiquiatría”, explica Ángel Iván.

“Lo ideal sería establecer un protocolo con un cuestionario para evaluar más o menos desde la urgencia, cómo es de grave el uso de la sustancia en cada paciente”, aboga el experto.

chemsex salud
Personas revindican los derechos de los homosexuales /EFE/ Caetano Barreira

¿Qué otros riesgos para la salud puede implicar el chemsex para quienes lo practican?

El doctor Ángel Iván Díaz destaca principalmente tres niveles en los que el chemsex afecta a la salud:

  1. A nivel de intoxicación de la sustancia: puede haber riesgo de muerte, complicaciones respiratorias, arritmias, paradas cardiacas, ansiedad descontrolada. Los efectos pueden variar en función de la cantidad y tipo de sustancia que se haya consumido.
  2. A nivel de enfermedades de transmisión sexual: mantener relaciones sexuales bajo los efectos de las drogas aumenta la probabilidad de no usar protección.
  3. A nivel crónico desde el punto de vista de la adicción: el exceso de esta práctica puede producir una gran dependencia a la droga durante las relaciones sexuales.