Un mapa del mundo muestra advertencias de amenazas cibernéticas. En una pared cubierta por una gran pantalla se ven imágenes en vivo de los estadios de la Copa del Mundo. Además, hay paneles de alarma de incidentes en cada una de las ocho sedes de Qatar.
El centro de comando de la Copa del Mundo se encuentra en silencio y en calma. Sin embargo, para noviembre será el corazón de las operaciones del evento deportivo de más alto perfil que se celebrará en el Medio Oriente.
Este es el primer vistazo al interior de una de las instalaciones clave para la logística y la seguridad.
Como se muestra en una pantalla con el mapa de Qatar, la Copa del Mundo se está organizando en el escenario más compacto en la historia. Los ocho estadios son monitoreados desde este cuarto, que se encuentra en el campus deportivo de Aspire, en las afueras de Doha, a un radio de 50 kilómetros (30 millas) de la capital de esta nación del Golfo rica en energía.
La mayoría de las 32 naciones participantes descubrirán donde jugarán después de la celebración del sorteo, que será en el centro de Doha, el viernes. Será la primera reunión importante del futbol mundial en la ciudad desde que sorpresivamente Qatar ganara la votación para ser anfitrión en 2010. La decisión requirió una importante actualización y mejora en la infraestructura y que esta pequeña nación se preparara para una afluencia de aficionados sin precedentes.
“Tenemos la capacidad para monitorear de forma remota cada sistema que podamos, controlar cada sistema, y por lo tanto cambiar el comportamiento en los estadios, dijo a The Associated Press, Niyas Abdulrahiman, un director ejecutivo que se encontraba con los organizadores.
Abdulrahiman estaba platicando mientras estaba rodeado por el personal que estaba observando los monitores.
“También podemos recibir alarmas y notificaciones como parte de un monitoreo proactivo en el centro de comando. Antes de que algo salga mal”.
Qatar presume tener el sistema más sofisticado nunca antes visto en un evento deportivo. Al vincular los estadios a un centro, cada instalación tiene una versión digital que permite a los funcionarios rastrear algún problema en el sitio.
La fatal aglomeración de fanáticos que ocurrió en enero pasado en la Copa de Naciones de África, en Camerún, se pudo haber evitado en la Copa del Mundo gracias al centro de comando, que facilita la toma de decisiones sobre el control de multitudes y si abrir las puertas.