La cartera de créditos del sistema financiero dominicano ascendió a RD$ 1.52 billones al cierre de junio, mostrando un crecimiento interanual de un 14.6% en términos nominales. Este nivel de crecimiento supera al promediado durante los últimos 7 años, de 9.7%.
La información está contenida en el segundo Informe sobre el crédito en el sistema financiero, publicado a principios de mes por la Superintendencia de Bancos (SB).
El documento destaca la pronunciada recuperación de los préstamos luego de la pandemia, que ha sido tan aguda como previamente fue el descenso.
A nivel sectorial, la cartera destinada al sector privado se situó en 1.48 billones, para un incremento de RD$ 193,548 millones (15%) desde junio de 2021.
En cambio, el saldo adeudado por el sector público mostró una ligera reducción de RD$ 451 millones (1.1%) en los últimos 12 meses, colocándose en RD$ 39,197 millones a junio 2022 y perdiendo participación con respecto a la cartera total.
De acuerdo con el informe de la SB, la cartera de créditos se mantiene como el componente más importante de los activos totales del sistema financiero, representando el 53%. El documento apunta que, no obstante, esta ha experimentado una reducción de su participación en 4.7 puntos porcentuales interanuales, ubicándose por debajo de la media de los últimos cinco años, que ha sido de 57.7%.
En cuanto a la distribución de la cartera de créditos por tipo de entidad, el informe revela que los bancos múltiples y las asociaciones de ahorros y préstamos tienen una participación de un 97.2% de los créditos totales. El resto corresponde a los bancos de ahorros y crédito (2.5%) y corporaciones de crédito (0.2%).
Desde finales de 2021 las tasas de interés han marcado una tendencia alcista, colocándose la activa y la pasiva ponderadas en 13.5% y 7.4% al mes de junio, respectivamente.
Con respecto a la morosidad de la cartera de créditos, el informe indica que se ha reducido al nivel más bajo de los últimos 78 meses, colocándose en 1.1%. Las provisiones se encuentran en un nivel históricamente elevado, ascendiendo a 389%.
El 88.6% de la cartera presenta clasificación de riesgo A o B, el nivel máximo alcanzado desde mayo de 2016. La hipotecaria es la que presenta la menor proporción de créditos deteriorados, con 2.1%; mientras que para la cartera comercial y consumo estas proporciones son de 17.9% y 3.9%.