Brad Sigmon, condenado por el asesinato de los padres de su exnovia, será ejecutado el viernes en Carolina del Sur mediante un pelotón de fusilamiento, un método de ejecución que no se usó en Estados Unidos desde hace 15 años y que nunca se había aplicado en ese estado. Sigmon eligió este método, a pesar de que su primera opción era la inyección letal, la cual descartó tras preocupaciones sobre la posibilidad de una muerte dolorosa y lenta debido a fallos en la administración de las drogas, basadas en casos recientes de ejecuciones fallidas.
El pelotón de fusilamiento es uno de los métodos permitidos por la ley de Carolina del Sur, que también ofrece la silla eléctrica y la inyección letal. Solo otros cuatro estados en EE.UU. contemplan esta forma de ejecución: Idaho, Utah, Mississippi y Oklahoma, pero desde 1977 solo Utah ha utilizado este método, en tres ocasiones.
El procedimiento establece que tres miembros del pelotón se posicionan detrás de un muro con aperturas donde colocar los rifles, y el condenado es atado a una silla con una capucha en la cabeza y una marca sobre el corazón que indica el blanco. A la voz de «¡Fuego!», los ejecutores disparan.
Sigmon fue hallado culpable de los homicidios de los padres de su exnovia en 2001, así como de secuestro e intento de asesinato de ella.