El pasado domingo Brandon Ingram tuvo que abandonar el partido de Nueva Orleans ante los Utah Jazz por lo que parecía un golpe en la cabeza. El alero recibió un golpe fortuito de su compañero Naji Marshall que le dejó fuera del encuentro a falta de nuevas pruebas. Con Ingram ya estable, tocaba dilucidar si el jugador necesitaba pasar por los protocolos que la liga establece ante cualquier percance de este tipo por posible conmoción cerebral. Después de hacer los exámenes pertinentes, los médicos de los Pelicans han corroborado la baja del jugador.
El protocolo por contusiones en la cabeza establece que el jugador no podrá volver a jugar hasta que no sienta ningún síntoma relacionado con la conmoción cerebral. Antes de regresar, deberá pasar el examen de aprobación que realizan de forma conjunta el jefe de fisioterapeutas del equipo y el director del programa de conmociones. Este proceso suele durar entre siete y diez días, por lo que Ingram se perdería al menos tres partidos empezando por el que hoy enfrenta a Mavericks y Pelicans en Nueva Orleans.