Era el momento más esperado de la noche NBA. Los Celtics, equipo en el que Kevin Garnett logró el anillo de campeón en 2008, le retiraba la camiseta con su número ‘5’ en una emotiva ceremonia en la que no faltó nadie, ni siquiera un Ray Allen ya reconciliado con el elenco de aquellos años en Boston.
«Es bueno ver aquí a Ray Allen. Es bueno verte, hombre. Tú eres el siguiente», expreso KG antes de fundirse en un abrazo con Allen al que también se sumó Paul Pierce. Obviamente el público correspondió con abrazos. El desencuentro entre ellos quedaba oficialmente olvidado en la mejor noche posible, en la que la labor de The Big Ticket era reconocida en lo más alto del TD Garden.
Tras visualizar un vídeo en el que intervinieron Doc River, Isiah Thomas y otros, Garnett pasó a departir en el centro de la pista con Brian Scalabrine, ex compañero en los Celtics que ahora trabaja en NBC Sports Boston. Con él recordó historia pasadas y cómo los grandes jugadores que habían pasado por la franquicia les impulsaron. Finalmente, con ayuda de sus hijas, Garnett levantó su camiseta hasta lo alto del Garden mientras se secaba las lágrimas.
«Sabes, estaba escuchando los videos y todo lo que se ha dicho, y el mensaje es que vine aquí para mejorar a los jugadores. En realidad, esos jugadores me hicieron mejor, y me gusta, ya que creo que todos nos hicimos mejores a los otros». Palabra de KG.
Volviendo a su reconciliación con Allen, el que fuese escolta de los verdes admitió que por momentos pensó que esto no sería posible. La gala del 75 aniversario de la NBA, en la cual coincidieron los tres (Garnett, Allen y Pierce), allanó el camino.
«Definitivamente, no me gusta estar afuera. Hay tantas personas aquí que amo, con las que pasé tanto tiempo… Esas personas están grabadas en mi mente cuando recuerdo el tiempo que pasé aquí en Boston, y no poder mantener el contacto con ellos fue duro para mí. Creo que todo se acabó centrando en Kevin y en mí porque tuve la sensación de que la gente se sentía como Kevin. Una vez que él me aceptó, la gente aceptó. Me alegro de que ahora todos puedan ver: ‘Ganamos con este chico en 2008 y eso es lo más importante’», explica.
Haciendo historia
La llegada de Kevin Garnett marcó un antes y un después en la organización de Massachusetts. Arribado en 2007, KG fue clave para que los verdes lograsen el campeonato de 2008 tras más de 20 años de espera. También estuvieron en las Finales de 2010, pero en estas cayeron frente a los Lakers, justo el rival que derrotaron en 2008.
Ya en el plano individual, Garnett pasó seis temporadas en los Celtics para ser All-Star en hasta cinco ocasiones. Fue elegido para el mejor quinteto de 2008, año en el que también se llevó el premio al Jugador Defensivo del año. Justo en esta faceta destacó enormemente para aparecer cuatro veces en los mejores equipos defensivos.
Ser inmortal
Kevin Garnett no pudo evitar anoche que los recuerdos volviesen a él; tanto es así que se remontó a sus primeros momentos como miembro de los Celtics, en los cuales contó con la ayuda de Antoine Walker antes de simplemente sentir que estaba en un lugar único.
«Antoine Walker, antes de llegar, me apartó un momento y me dijo algunas palabras que llevé conmigo a la rueda de prensa de mi presentación. Lo primero que hice tras la conferencia fue venir al pabellón y mirar las vigas. Mi manifestación ya no es solo un campeonato, sino ser inmortal en el techo. ¿Sabes lo que estoy diciendo? Ya se puede afirmar que conseguí eso», expresa.