El presidente de Chile, Gabriel Boric, rechazó este viernes la no invitación de Cuba, Nicaragua y Venezuela durante su discurso en la Cumbre de las Américas que se celebra en Los Angeles, EE.UU.
«Tenemos la más profunda convicción de que, para que esto verdaderamente funcione, no puede haber exclusiones, tenemos que estar todos y no estamos todos», manifestó el jefe de Estado chileno durante su intervención.
Boric consideró que el foro «sería distinto» con la presencia de todas las naciones de la región, para poder señalar frente a frente las violaciones a los derechos humanos, o para exponer «la importancia moral y práctica de terminar con el injusto e inaceptable bloqueo de EE.UU. a Cuba».
«No es tolerable que en nuestro continente haya lugares en donde se siga negando la diversidad y la historia», analizó.
Boric recordó que su país atravesó hace poco una grave crisis institucional y política tras el estallido social, por lo que valoró el sentido democrático de la sociedad y el consecuente plebiscito de reforma constitucional que se celebrará en Chile el próximo 4 de septiembre.
«Creemos firmemente en la democracia, en el libre intercambio de ideas, donde podamos no solo hablarle al otro sino hablar con el otro. Encontrarnos, discutir, persuadirnos», indicó.
El mandatario izquierdista, de 36 años, instó a los países desarrollados «que cumplan con la meta que se autoimpusieron en la década del 70, del Comité de Ayuda al Desarrollo (OECD), de destinar el 0,7 % de sus riquezas a la cooperación». «Todavía son muchos los países desarrollados que están lejos de cumplir con ese objetivo que ellos mismos se impusieron», consideró.
El presidente más joven en la historia de Chile, que encarnó además un cambio de signo político tras la gestión de Sebastián Piñera, realiza su primera gira por Norteamérica, y en la previa a la Cumbre visitó en Canadá al primer ministro Justin Trudeau.
Además, tiene previsto un encuentro con su par estadounidense Joe Biden, aunque aún no fue confirmada la hora ni el lugar de la cita.