La leyenda de la música y 10 veces ganador de un Grammy Bob Dylan, el mismo que no se molestó en emitir ningún comunicado cuando ganó el Nobel, ha emitido esta semana un raro comunicado pidiendo disculpas. ¿La razón? Que usa una máquina para firmar libros supuestamente firmados de su puño y letra.
Las firmas pueden encontrarse en las 900 copias en edición limitada y exclusiva de The Philosophy of Modern Song, el nuevo libro del autor. El truco se destapó cuando los fans que pagaron 599 dólares por una de estas ediciones comenzaron a publicar el libro firmado en redes sociales y descubrieron, con comprensible consternación, que las firmas eran idénticas de un libro a otro.
El creciente enfado de los fans obligó a la editorial Simon & Schuster a emitir un comunicado admitiendo que las firmas no eran exactamente un trabajo manual. La editorial, de hecho, tampoco sabía de ese detalle y en el mismo comunicado se comprometía a devolver el dinero a los compradores.
La disculpa de Simon & Schuster no satisfizo a algunos de los compradores, que acusaron a la editorial y al propio Dylan de ser poco claros en los términos de la edición especial, que por cierto estaba certificada. Alrededor de una semana después del fiasco, el propio Bob Dylan publicó un comunicado (algo extremadamente raro) al respecto en Facebook.
“A mis fans y seguidores”, comienza el artista. “He sido informado de que hay cierta controversia sobre las firmas de algunas de mis obras de arte y de la edición limitada de Philosophy Of Modern Song”.
Dylan explica que, aunque previamente siempre ha firmado personalmente sus obras, en 2019 comenzó a requerir de asistencia externa debido a ataques de vértigo. Al principio, esta asistencia llegó en forma de cinco personas que lo ayudaban durante las sesiones de firma. Desafortunadamente, los confinamientos del inicio de la pandemia hicieron imposible este tipo de trabajo en equipo. Ahí es donde entró en juego el sistema Autopen.
“Durante la pandemia era imposible firmar nada y el vértigo no ayudaba”, continua el artista. “Con los plazos contractuales a punto de cumplirse alguien me sugirió la idea de usar un Autopen asegurando que ese tipo de cosas se hacen continuamente en el mundo del arte y la industria.”
El Autopen es un tipo de tecnología de firma automatizada que existe en multitud de variantes desde hace tiempo. Normalmente, lo que hacen este tipo de dispositivos es copiar la firma original del usuario y replicarla usando diferentes medios de escritura. Aunque son varios los fabricantes que se dedican a vender estas máquinas, Autopen es la marca de un dispositivo específico fabricado por Damilic hace más de 60 años. Los predecesores de este dispositivo fueron usados por personajes tan prominentes como el Presidente Thomas Jefferson en el siglo XIX. Presidentes más actuales como George W. W. Bush o el propio Barack Obama han usado las versiones modernas para el tedioso proceso de firmar leyes.
Las tecnologías tipo Autopen son una forma estupenda de evitar tener que estar días encerrados firmando libros. El problema es que las firmas autopen son despreciadas por la comunidad de coleccionistas porque complican y devalúan las obras. Cuando se trata de personajes de la talla de Dylan, la aparición de firmas con Autopen realmente pueden producir una devaluación importante de los objetos sospechosos de llevarlas. Una obra de arte de Dylan con la firma original del artista puede llegar a cotizarse en 14.000 dólares y las firmas Autopen arrojan una sombra de duda sobre todas las firmas del artista. Según Autograph Live, una página web que rastrea la autenticidad de las firmas de las celebridades, la editorial Simon & Schuster podría haber usado un total de 17 plantillas diferentes de la firma de Dylan mediante Autopen.
La noticia ya ha hecho que algunas compañías de arte como la británica Castle Fine Art revise la autenticidad de las firmas de Dylan en las obras de su posesión. En un comunicado del que se hace eco Variety, Castle Fine Art asegura que dos lotes de sus obras firmadas son en realidad Autopen.
“Hemos sido informados recientemente de que durante la pandemia de Covid-19 Bob Dylan ha estado usando Autopen en lugar de su firma original en varias de sus ediciones impresas”, explica el comunicado de Castle Fine Art. “No teníamos conocimiento de este uso, pero queremos pedir disculpas a nuestros compradores por esta desafortunada situación”. La compañía, al igual que la editorial, ya está devolviendo el dinero a los compradores.