Este viernes, en un mitin en Carolina del Norte, Joe Biden reconoció los desafíos que enfrenta después de un debate desastroso contra el republicano Donald Trump, que ha generado preocupación entre los demócratas.
Biden afirmó con determinación: «Puedo hacer este trabajo». Reconoció que ya no camina ni habla con la misma fluidez que antes, ni debate tan bien como solía hacerlo, pero enfatizó que sabe cómo decir la verdad. Aseguró que no se retiraría de la contienda presidencial si no creyera firmemente en su capacidad para desempeñar el cargo, destacando la importancia de las elecciones ante lo que está en juego.
El presidente estadounidense describió su habilidad para distinguir entre el bien y el mal, asegurando que sabe cómo manejar las responsabilidades del cargo y superar las adversidades. Biden fue respaldado en el mitin por un teleprónter, lo que le permitió expresarse con mayor claridad y energía frente a un público entusiasta que clamaba por «¡Cuatro años más!».
En contraste con la noche anterior, Biden reiteró sus puntos con vigor, defendiendo su trayectoria y propuestas frente a lo que describió como las mentiras de Donald Trump y su impacto negativo en la democracia estadounidense. A su lado, su esposa Jill Biden lucía un vestido con la palabra «vota», destacando su compromiso con la campaña de reelección de su esposo.
A pesar de la decepción generada por su desempeño en el debate, el equipo de Biden confía en que la impresión negativa se disipe con el tiempo, enfocándose en las falacias de Trump y en la salud democrática del país. Aunque reconocen el desafío que representa este momento, Biden y su campaña se preparan para seguir adelante, con eventos programados en Nueva York y Hamptons para recaudar fondos y evaluar su apoyo financiero.
La vicepresidenta Kamala Harris también comentó sobre el debate, admitiendo un inicio «lento» por parte de Biden pero destacando un cierre «fuerte» frente a un oponente que, según ella, ha proliferado en afirmaciones falsas y engañosas.