Así lo indica un nuevo estudio recientemente publicado en BMJ Medicine, una noticia que a los amantes del café les debería alegrar el día porque viene a decir que su ingesta puede ser beneficiosa para la salud. Para ser más exactos, se sugiere que beber café regularmente podría reducir la grasa corporal y el riesgo de contraer diabetes tipo 2.
Cuentan los investigadores que su trabajo se inició con la idea de averiguar si los bebedores de café estaban a salvo de la diabetes tipo 2 debido a su consumo de cafeína o por otras razones, “como ser de clase media y poder permitirse un estilo de vida más saludable”.
Para ello, se analizaron datos de alrededor de 10.000 personas, como los genes CYP1A2 y AHR, que afectan la forma en que el cuerpo maneja la ingesta de cafeína mediante el uso de una técnica estadística denominada aleatorización mendeliana (una herramienta que investiga una relación entre un rasgo y un resultado). El estudio recuerda que las personas con estas variantes genéticas están asociadas con un procesamiento y metabolismo de la cafeína más lentos y, por lo general, beben menos café, pero tienen altos niveles de cafeína en la sangre.
¿Qué encontraron? Que el mismo grupo de personas tenía un índice de masa corporal, una masa de grasa corporal y un riesgo de diabetes tipo 2 más bajos, lo que claramente apuntaba a la cafeína como la razón. Más datos. Más o menos la mitad del menor riesgo de diabetes tipo 2 del mismo grupo de personas se debió a que tenían un IMC más bajo.
De sus hallazgos, deslizan que las bebidas con cafeína sin calorías podrían explorarse como un medio potencial para ayudar a reducir los niveles de grasa corporal. Según los autores del trabajo:
Las concentraciones más altas de cafeína en plasma predichas genéticamente se asociaron con un IMC más bajo y una masa de grasa corporal total. Además, las concentraciones más altas de cafeína en plasma predichas genéticamente se asociaron con un menor riesgo de diabetes tipo 2. Se estimó que aproximadamente la mitad del efecto de la cafeína en la predisposición a la diabetes tipo 2 está mediado por la reducción del IMC.
Para ello, se analizaron datos de alrededor de 10.000 personas, como los genes CYP1A2 y AHR, que afectan la forma en que el cuerpo maneja la ingesta de cafeína mediante el uso de una técnica estadística denominada aleatorización mendeliana (una herramienta que investiga una relación entre un rasgo y un resultado). El estudio recuerda que las personas con estas variantes genéticas están asociadas con un procesamiento y metabolismo de la cafeína más lentos y, por lo general, beben menos café, pero tienen altos niveles de cafeína en la sangre.
¿Qué encontraron? Que el mismo grupo de personas tenía un índice de masa corporal, una masa de grasa corporal y un riesgo de diabetes tipo 2 más bajos, lo que claramente apuntaba a la cafeína como la razón. Más datos. Más o menos la mitad del menor riesgo de diabetes tipo 2 del mismo grupo de personas se debió a que tenían un IMC más bajo.
De sus hallazgos, deslizan que las bebidas con cafeína sin calorías podrían explorarse como un medio potencial para ayudar a reducir los niveles de grasa corporal. Según los autores del trabajo:
Las concentraciones más altas de cafeína en plasma predichas genéticamente se asociaron con un IMC más bajo y una masa de grasa corporal total. Además, las concentraciones más altas de cafeína en plasma predichas genéticamente se asociaron con un menor riesgo de diabetes tipo 2. Se estimó que aproximadamente la mitad del efecto de la cafeína en la predisposición a la diabetes tipo 2 está mediado por la reducción del IMC.