Santo Domingo. República Dominicana El Banco Central de la República Dominicana (BCRD), en su reunión de política monetaria del mes de noviembre de 2021, decidió aumentar su tasa de interés de política monetaria en 50 puntos básicos, de 3.00 % anual a 3.50 % anual. De este modo, la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) se incrementa de 3.50 % anual a 4.00 % anual y la tasa de depósitos remunerados (Overnight) de 2.50 % anual a 3.00 % anual.
Esta decisión respecto a la tasa de referencia se basa en una evaluación exhaustiva del impacto del COVID-19 sobre la producción a nivel mundial y las mayores presiones inflacionarias de origen externo. En ese orden, la dinámica de los precios continúa siendo afectada por choques de oferta más persistentes de lo previsto, asociados a mayores precios del petróleo y de otras materias primas importantes para la producción local, así como al incremento de los costos globales de fletes ante la escasez de contenedores y otras distorsiones en las cadenas de suministros.
En particular, la variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC) en octubre fue de 0.64 %, mientras que la inflación acumulada durante los primeros diez meses de 2021 fue de 6.56 %. Por otro lado, la inflación subyacente, que excluye los componentes más volátiles de la canasta, alcanzó 6.31 % interanual en octubre de 2021, reflejando efectos de segunda vuelta por los mayores costos de producción asociados a las mayores presiones inflacionarias de origen externo.
Hacia adelante, el sistema de pronósticos del BCRD indica que, en un escenario activo de política monetaria, la inflación interanual (variación de los últimos 12 meses), que se ubicó en 7.72 % en octubre de 2021, convergería al rango meta de 4 % ± 1 % durante el segundo semestre de 2022, a un ritmo más gradual de lo previsto originalmente.
En este contexto, considerando el buen ritmo de la recuperación económica y las mejoras sustanciales en el mercado laboral, el Banco Central inició en el mes de agosto del presente año un plan gradual de normalización de su política monetaria. En la primera etapa, han comenzado a retornar de forma ordenada los recursos otorgados durante la pandemia, en la medida en que las empresas y hogares van amortizando al vencimiento los préstamos concedidos a través de las distintas facilidades de liquidez.
En esta segunda etapa, el BCRD decidió incrementar la tasa de política monetaria (TPM) en 50 puntos básicos con el objetivo de preservar la estabilidad de precios, procurando que la tasa de inflación converja en el horizonte de política monetaria. Igualmente, se mantendrá evaluando la persistencia de los choques exógenos sobre la inflación doméstica con el propósito de tomar las medidas monetarias adicionales que sean necesarias para mantener ancladas las expectativas de inflación de los agentes económicos.
En el entorno internacional, las perspectivas económicas se mantienen positivas, aunque persiste la incertidumbre generada por el ritmo de contagios mundiales de COVID-19 y a las disrupciones en las cadenas de suministros. En ese sentido, Consensus Forecasts revisó ligeramente a la baja el ritmo de expansión mundial para 2021, a 5.6 % en su informe de noviembre.
Para Estados Unidos de América (EUA), nuestro principal socio comercial, las proyecciones más recientes de Consensus apuntan a un crecimiento de 5.5 % para 2021, revisándose a la baja ante la incertidumbre causada por los “cuellos de botella” en la producción y transporte de bienes. En efecto, la economía estadounidense se expandió en 4.9 % interanual en el tercer trimestre, mientras que la inflación alcanzó 6.2 % en octubre, por encima de su meta de 2.0 % y siendo la inflación más alta en las últimas tres décadas. En este contexto, la Reserva Federal dio inicio al retiro gradual de su estímulo monetario, reduciendo el ritmo de las compras de activos mensuales, mientras que los analistas de mercado esperan que el año próximo se inicie un proceso de incremento de la tasa de fondos federales, que actualmente se sitúa en el rango de 0.0 % y 0.25 % anual.
Por otro lado, la actividad económica en la Zona Euro se expandiría en 5.0 % en 2021, de acuerdo con Consensus, mientras que la inflación se ubica en 4.1 %, destacándose la variación de precios en Alemania de 4.5 %, la más alta en 28 años. En tanto, el Banco Central Europeo ha mantenido la tasa de depósitos overnight en -0.50 % anual, mientras que anunció que ha comenzado a moderar el ritmo del programa de emergencia de compra de activos financieros por la pandemia, aunque continuará con el resto de los programas de provisión de liquidez y de operaciones de refinanciamiento de largo plazo para el sector privado.
Las perspectivas de crecimiento para América Latina continúan mejorando, estimándose una expansión de 6.6 % en 2021, según Consensus. Por otro lado, la mayoría de los bancos centrales con esquemas de metas de inflación en la región (Brasil, Chile, Colombia, México, Paraguay, Perú y Uruguay) han incrementado sus tasas de interés de referencia, en atención a mayores tasas y expectativas de inflación.
Con relación a las materias primas, el precio del barril del petróleo intermedio de Texas (WTI) se ha incrementado en los últimos meses, al pasar de un promedio de US$72 en septiembre a un promedio de US$81 dólares durante octubre y noviembre, debido a restricciones en la producción mundial del crudo y a una mayor demanda mundial. En ese contexto, los organismos especializados revisaron al alza sus proyecciones del precio del petróleo para este año 2021, si bien prevén una moderación gradual durante 2022, en la medida en que se normalice la oferta mundial ante un incremento en la producción global y el uso de reservas estratégicas en varias de las economías avanzadas.
En el entorno doméstico, el proceso de recuperación de la demanda agregada se ha afianzado, destacándose el crecimiento del indicador mensual de actividad económica (IMAE) de 10.6 % interanual durante el mes de septiembre. El dinamismo de la economía dominicana ha permitido que la expansión acumulada durante los primeros nueve meses del año se ubique en 12.7 %, influenciada por el buen desempeño de sectores con un alto encadenamiento productivo como construcción, manufactura local, zonas francas, comercio, así como por la recuperación del sector hoteles, bares y restaurantes.
En este contexto de una reactivación económica más rápida de lo previsto, las proyecciones de crecimiento económico apuntan a una expansión que su ubicaría en torno a 10.7 % durante este año 2021. Estas perspectivas positivas para la economía dominicana están apoyadas en la recuperación significativa de la demanda interna, los importantes avances en el plan nacional de vacunación y la mejoría gradual del turismo, estimándose la llegada de unos 5.0 millones de visitantes no residentes en todo 2021.
Asimismo, la implementación del estímulo monetario desde inicios de la pandemia ha sido exitosa, al propiciar un mayor dinamismo del crédito privado en moneda nacional que mantiene una expansión en torno al 10 % interanual en el mes de noviembre. Con respecto a las finanzas públicas, es importante destacar que en los meses recientes se ha observado una reactivación de la inversión pública, que se espera continúe durante los próximos trimestres y que coadyuve a la consolidación de la recuperación económica.
En el sector externo, continúa el buen desempeño de las remesas que crecieron 34.4 % durante enero-octubre 2021 y se estima que superarían los US$10 mil millones para el cierre del presente año; mientras que las exportaciones totales se expandieron 23.3 % interanual durante enero-septiembre de 2021. Las reservas internacionales se mantienen en niveles históricamente altos, por encima de los US$ 12,500 millones al cierre de octubre, equivalentes a 6.3 meses de importaciones y 13.5 % del producto interno bruto (PIB), lo cual supera las métricas recomendadas por el FMI. Estos factores han contribuido a mantener la estabilidad relativa del tipo de cambio, reflejada en una apreciación interanual de aproximadamente 2.8 %.
El Banco Central de la República Dominicana reafirma su compromiso de conducir la política monetaria hacia el logro de su meta de inflación y el buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos. En ese sentido, se mantendrá dando especial seguimiento al entorno macroeconómico y a la evolución de las presiones inflacionarias, con el propósito de adoptar las medidas necesarias ante factores que puedan poner en riesgo la estabilidad de precios.