El alto dirigente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y asesor del Senado, José Balaguer, advirtió este miércoles sobre las graves consecuencias que podría provocar el conflicto entre Irán e Israel, particularmente si se ve afectado el tránsito de petróleo y gas natural a través del estratégico Estrecho de Ormuz.
Balaguer explicó que por esa vía circula alrededor del 20 % del petróleo global y una porción significativa del gas natural licuado, por lo que cualquier interrupción tendría un efecto inmediato en los precios internacionales. “Este conflicto representa una amenaza real para la estabilidad económica del país. Un alza en los precios del petróleo y del gas pondría en riesgo el sistema eléctrico, incrementaría los subsidios y afectaría el presupuesto nacional”, advirtió.
Efectos económicos de un alza energética
Detalló cinco consecuencias clave que podrían impactar la economía dominicana si se dispara el costo de los combustibles:
- Aumento en el costo de generación eléctrica: Al depender en un 74 % de fuentes fósiles, cualquier variación en los precios internacionales impacta de inmediato el sistema eléctrico dominicano.
- Presión financiera sobre las EDEs: Las empresas distribuidoras tendrían que cubrir mayores costos por energía sin poder trasladarlos por completo al consumidor.
- Mayor subsidio eléctrico: Se proyecta que el subsidio actual, que supera los RD$70 mil millones, podría escalar a más de RD$100 mil millones.
- Alza en la inflación: El incremento en el precio de los combustibles afectaría los costos de transporte, lo que se traduciría en un aumento de precios generalizado.
- Tensión sobre la tasa de cambio: Una mayor demanda de divisas para importar combustibles presionaría el mercado cambiario, afectando la estabilidad económica.
Vulnerabilidad de la matriz energética
Balaguer subrayó que la República Dominicana aún depende en gran medida de combustibles fósiles: 36 % de la capacidad instalada utiliza gas natural, 21 % fuel oil o diésel, y 17 % carbón. Las energías limpias apenas representan un 24 % en conjunto, y el almacenamiento energético es prácticamente inexistente.
Urgencia de una transición energética
El dirigente reformista exhortó al Gobierno a acelerar la transición hacia energías renovables, priorizando proyectos con sistemas de almacenamiento ya aprobados por las autoridades y en espera de la firma de contratos de compra de energía (PPA).
“Aplazar estos contratos frena la inversión, retrasa la generación de empleo y limita nuestra capacidad de respuesta ante crisis como esta. Necesitamos diversificar nuestra matriz energética y asegurar mecanismos que nos permitan resistir choques internacionales”, concluyó Balaguer.
También llamó a establecer reservas estratégicas de combustibles, revisar los contratos vinculados a precios internacionales y adoptar políticas que fortalezcan la resiliencia energética del país.