El primer ministro de Bahamas, Philip Davis, urgió este martes en la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) a brindar ayuda a Haití para salir de la crisis, que amenaza también a los países vecinos por las olas migratorias que genera.
«La trágica situación de Haití sigue planteando una amenaza sustancial, no sólo para los haitianos, sino también para Bahamas y los países vecinos, los cuales están experimentando un aumento significativo de la migración irregular y a menudo peligrosa», manifestó durante su alocución ante el plenario de la Celac.
Davis elogió los esfuerzos de Haití «para celebrar elecciones antes de finales de 2023, detener la amenaza a la seguridad pública que suponen las bandas violentas, aliviar el hambre y la malnutrición, y paliar la crisis política».
El mandatario del archipiélago caribeño hizo hincapié en la necesidad de «combatir el tráfico, especialmente de personas, contrabando y armas».
Las autoridades de Bahamas informaron ayer de que los guardacostas interceptaron un barco con 396 migrantes haitianos cerca del remoto Cayo Sal, en uno de los mayores incidentes de tráfico de personas en la zona de los últimos tiempos.
La inseguridad es cada vez más alarmante en Haití, donde 1.359 personas fueron secuestradas el año pasado, según datos de la Policía Nacional Haitiana (PNH).
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, reafirmó el lunes que es «urgente» desplegar una fuerza de seguridad internacional en Haití para ayudar a combatir las bandas y contribuir a la gobernanza democrática.
Refiriéndose a la estabilidad política regional, y en concreto al reciente asalto en Brasilia a las sedes de los poderes del Estado en un intento por derrocar al presidente Lula da Silva, Davis dijo que «la democracia no puede darse por sentada», sino que es un compromiso que debe renovarse continuamente.
Reiteró la solidaridad de Bahamas con Lula y el Gobierno brasileño, y su «compromiso inquebrantable con la democracia y el Estado de derecho».
Por otro lado, Davis mostró su preocupación en la Celac por la emergencia climática y sus efectos, como el huracán de categoría 5 que arrasó Bahamas en 2019.
«Necesitamos urgentemente que los países desarrollados cumplan sus compromisos de compensar las pérdidas y daños asociados al cambio climático», enfatizó.