La obra fue ratificada mediante un memorándum de entendimiento firmado por el gobernador Gustavo Melella y la empresa estatal China Shaanxi Chemical Industry Group
Pese a que el gobierno nacional se había comprometido en impedir la instalación de una base del régimen chino en el sur argentino -argumentando cuestiones de soberanía- Tierra del Fuego avanza en la construcción de un “puerto multipropósito” en Río Grande. La empresa de Beijing que -en principio- está detrás del ambicioso plan es China Shaanxi Chemical Industry Group que además se comprometió a instalar una planta química y una central eléctrica en el mismo lugar.
Sin embargo, fuentes del sector aseguraron a Infobae que resulta difícil de creer que una empresa química como aquella se dedique a la construcción de un puerto y que en cambio esa tarea estaría delegada a otro gigante controlado por el régimen: HydroChina Corp. “Esta empresa controlada por supuesto por el estado chino, está representada en Argentina por Shuiping Tu, un burócrata del Partido Comunista Chino”, señaló un especialista con acceso a información sensible sobre el proyecto, en estricto off the record.
“Bajo la excusa de un puerto, en realidad lo que China busca es construir una base naval con un muelle y salida al mar. Esto le permitirá a Beijing una puerta de entrada a la Antártida. También podrá monitorear el paso entre los océanos Atlántico y Pacífico, y las comunicaciones en todo el hemisferio”, agregó.
El documento fue firmado el pasado 7 de diciembre por el gobernador provincial Gustavo Melella, quien es un entusiasta promotor del desembarco chino en el sur. Llamativamente, no hizo mención de la rúbrica en sus cuentas oficiales, pese a que suele comunicar cada uno de sus pasos. Ahora será la Legislatura local la que deberá ratificar la decisión política del mandatario del Frente de Todos, consignó El Diario del Fin del Mundo.
De acuerdo al memorándum, China Shaanxi Chemical Industry Group se comprometerá en la “construcción de un proyecto con una capacidad anual de 600 mil toneladas de amoníaco sintético, 900 mil toneladas de urea y 100 mil toneladas de glisofato”. Pero más allá de esta producción, lo que más interés provoca en el régimen es cumplir con el sueño de contar con un puerto propio en la región más austral del planeta que en un futuro podría considerar como una puerta de entrada a la Antártida. Es por eso que el régimen se enfocará particularmente en levantar “una terminal portuaria multipropósito con recinto interno que permita el amarre de embarcaciones de 20 mil toneladas”.
Otra persona con conocimiento en el funcionamiento de puertos también se refirió al hecho y fue contundente sobre el “plan comercial” de China que promueve tanto el gobernador como el embajador argentino en Beijing, Sabino Vaca Narvaja. “Hacer un puerto en Tierra del Fuego no es rentable. No hay volumen, no hay escala, ni hay probabilidad de hacer una inversión que lo justifique”, indicó en reserva la fuente. Otro protagonista de los puertos nacionales aclara para que no queden dudas: “Los representantes chinos nunca quieren ganar plata. Siempre tienen un objetivo político”.
En el memorándum también queda claro que el “puerto multipropósito” de China será lo primero que se construirá, ya que “servirá para cubrir las necesidades locales y abastecer el propio proyecto”. Tanto interés despierta en Beijing la instalación de una base en Tierra del Fuego que hasta el propio embajador chino en Buenos Aires, Zou Xiaoli presionó al gobernador para que intercediera ante la Justicia local por las trabas jurídicas que impedían que se pusiera en marcha el proyecto.
Melella aseguró además que se pondría al frente para “completar las aprobaciones del proyecto a la mayor brevedad”. China Shaanxi Chemical Industry Group, en tanto, cumplirá con una doble misión: construir la base para buques de hasta 20 mil toneladas e “impulsar activamente a las empresas chinas a invertir en Tierra del Fuego” e “implementar la nueva filosofía corporativa de protección ambiental”.
A diversos actores de la industria portuaria les llamó la atención que el jefe del Ejecutivo provincial impulse un nuevo puerto en aquella ciudad teniendo en cuenta que ya hay uno del sector privado -con capitales argentinos y financiación extranjera- en marcha.
En ese sentido, cobra notoriedad también la empresa estatal que el gobernador del Frente de Todos creó en los últimos meses en materia energética: Terra Ignis Energía, una “mini YPF” de Tierra del Fuego. Con ella, aseguran, podría involucrar a los chinos en diferentes proyectos y negocios. Entre sus directores se destaca Carlos Carrera, ex ministro de Trabajo fueguino y marido de una legisladora clave de la provincia: Myriam Martínez. “Se viene la nueva HiFuSa”, ironizan en el sur. Es en mención a otra empresa estatal similar, sinónimo de corrupción en la provincia.
Los tiempos del gobernador parecen coincidir con una obsesión china: la Antártida. Pese a que es Usuhaia la ciudad base para transportarse hacia el polo sur y actúa como hub0 de otras naciones con bases allí, Beijing está empecinada en contar cada vez con mayor presencia en la región. Necesita desesperadamente un puerto que pueda controlar por completo.
En Río Grande, el régimen podría trabajar tranquilo. Nadie lo controlaría. “Va a ser una base como la de Neuquén, pero con salida al mar”, dice con maldad un conocedor del tema. Hace referencia a la Estación de Espacio Lejano ubicada en Bajada del Agrio. A sus instalaciones sólo ingresa personal militar chino para ver las estrellas. Irónico: en esa entrega de soberanía fue en el único tema que tanto el kirchnerismo como Juntos por el Cambio comulgaron de la mano.
Shaanxi Group es una empresa estatal de energía y química desarrollada por el Comité Provincial del Partido de Shaanxi y el gobierno provincial de aquel país para aplicar una estrategia de “Desarrollo Occidental”.