Mientras en el circuito Corniche de Jeddah se estaba celebrando la primera sesión libre del Gran Premio de Arabia Saudí de Fórmula 1, con Charles Leclerc marcando el mejor crono sobre la pista, se ha producido un gran incendio en las instalaciones de la compañía saudí Aramco, patrocinador oficial de la Fórmula 1. Según las primeras informaciones, se trataría de un nuevo ataque con misil por parte de un grupo rebelde hutí de Yemen, que ha reivindicado el atentado.
Este grupo financiado no oficialmente por Irán ya había atacado la pasada semana varios puntos estratégicos en la ciudad de Jeddah, amenazando entre otros intereses saudíes, a la petrolera Aramco, lo que provocó muchas dudas acerca de si debía celebrarse el gran premio.
Las promotores saudíes hicieron un comunicado diciendo que se extremarían las medidas de seguridad y que la familia de la Fórmula 1 no corría ningún peligro. De momento y tras el nuevo ataque, los vuelos con destino a Jeddah se están desviando a otros aeropuertos del país.
Los responsables de la Fórmula 1 están evaluando la situación a la espera de que las autoridades locales les informen con exactitud de lo que ha ocurrido. Pero incluso se ha valorado la cancelación del Gran Premio. Un portavoz mi,litar de la Coalición para Restaurar la Legitimidad en Yemen ha reivindicado el ataque a las instalaciones de Aramco, cerca del aeropuerto internacional de Jeddah y a unos 16 km del circuito.
De momento, el presidente de la F1 Stefano Domenoicali ha llamado a los equipos y a los pilotos para abordar la situación antes del inicio de la segunda sesión libre, que se ha retrasado quince minutos. El presidente de la FIA Mohammed Ben Sulayem también ha estado presente en la cubre de las escuderias. Según ha explicado Albert Fábrega en DAZN, la preocupación latente es la seguridad del personal de todo del paddock, no solo en el circuito sino en sus respectivos hoteles. Han acordado una nueva reunión a las 22:00 (hora local) para tomar una decisión respecto a la continuidad del gran premio.