Un ataque con drones en la sierra de Heliodoro Castillo, en el estado de Guerrero, México, ha dejado un muerto y ha generado un alto riesgo de que el ciclo escolar no comience debido a la crisis de seguridad que enfrentan los habitantes de la región. Se cree que el grupo delictivo «La Familia Michoacana» está extendiendo su influencia en esta área.
Los drones lanzaron bombas de fabricación casera sobre la comunidad El Caracol, dañando viviendas precarias y causando pánico entre los habitantes. La situación es tan grave que los pobladores se refugiaron en los pocos cuartos de material concreto que tienen. Este ataque es uno de varios que han afectado a esta región en los últimos meses.
El sacerdote y director del Centro de Derechos Humanos Minerva Bello, Filiberto Velázquez Florencio, informó que al menos 10 comunidades en la ribera del río Balsas están siendo víctimas de la violencia. Además, advirtió que el grupo delictivo «La Familia Michoacana» parece estar ganando terreno en la zona, y cuestionó la falta de acción del gobierno para enfrentar la situación.
La inseguridad en la región ha llevado a la suspensión de las clases y los servicios médicos. Los pobladores han bloqueado carreteras para exigir la presentación con vida de personas desaparecidas en los últimos meses. La falta de respuesta adecuada del gobierno y la creciente violencia han generado un ambiente de temor y preocupación entre la población.