El Gobierno boliviano pasa por una etapa atípica con tres figuras de poder, el presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca, en el poder Ejecutivo, además de la influencia de Evo Morales desde la presidencia del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), con pugnas de liderazgo y visiones disidentes.
El origen de esa distribución de mandos dentro del partido de Gobierno fue la crisis de 2019 cuando Arce y Choquehuanca tomaron una porción del liderazgo que pertenecía casi exclusivamente a Morales, quien se vio forzado a renunciar a la Presidencia y salió del país. EFE