El Super Bowl sigue siendo el evento publicitario más importante del año en Estados Unidos, atrayendo a más de 120 millones de espectadores en una sola transmisión. En 2025, los costos de los anuncios han alcanzado un nuevo récord, con un precio promedio de 8 millones de dólares por 30 segundos al aire, casi un millón más que el año anterior. Según CBS News, se han vendido 51 minutos de tiempo publicitario, generando cientos de millones de dólares en ingresos, y algunos expertos anticipan que en un futuro cercano la cifra podría superar los mil millones de dólares.
La fragmentación de audiencias en plataformas digitales como TikTok e Instagram ha reforzado el valor del Super Bowl como una oportunidad única para las marcas, que buscan conectar con un público masivo. Para lograrlo, muchas recurren al humor, la emoción y la participación de celebridades. Este año, el uso de figuras famosas será clave, con apariciones que pueden costar desde 50.000 dólares hasta 2 millones de dólares.
Un caso destacado es el de Ben Affleck, quien el año pasado recibió 10 millones de dólares por un comercial de Dunkin’ y que este año regresa junto a Jeremy Strong, estrella de «Succession». Así, el Super Bowl sigue consolidándose como el evento publicitario más lucrativo y con mayor impacto cultural en la industria global.