El secuestro de una enfermera estadounidense y su hijo en Haití ha sido reportado por la organización religiosa para la que ella trabaja, Roi Haiti. La enfermera, identificada como Alix Dorsainvil, estaba trabajando en instalaciones cercanas a Puerto Príncipe cuando fue secuestrada. Roi Haiti describe a Dorsainvil como una persona compasiva y amorosa que considera a Haití su hogar y al pueblo haitiano su familia.
El Departamento de Estado de EE. UU. está en contacto con las autoridades haitianas para intentar asegurar el regreso seguro de la enfermera y su hijo. Este secuestro se produce poco después de que el Departamento de Estado emitiera una alerta de viaje para los ciudadanos estadounidenses, instándoles a no viajar a Haití debido a los riesgos de secuestro, la alta criminalidad y la mala infraestructura del país. La situación de seguridad en Haití ha sido motivo de preocupación para los ciudadanos y el gobierno de Estados Unidos, lo que ha llevado a la emisión de advertencias para proteger a sus ciudadanos que puedan estar en riesgo durante su estancia en el país.