La segunda temporada de «Good Omens» ha sido bien recibida por mantener el encanto y el humor de la primera temporada, basada en el libro «Buenos presagios» de Terry Pratchett y Neil Gaiman. La serie destaca por la deliciosa interacción entre Azirafel y Crowley, un ángel y un demonio que forjan una profunda amistad, a pesar de ser enemigos naturales. En esta nueva temporada, ambos personajes se convierten en parias para sus respectivos superiores y se embarcan en una aventura para averiguar qué ha sucedido con los recuerdos de un arcángel perdido.
La serie sigue manteniendo un ritmo pausado en comparación con otras producciones de streaming, pero esto se equilibra con la incorporación de «minisodios» que ofrecen flashbacks y detalles sobre los personajes y su relación. Aunque el ritmo puede ser más estático en esta temporada, los personajes principales continúan siendo divertidos y se presentan elementos críticos sobre las contradicciones de las religiones sin perder la esencia de la serie como una fantástica comedia bíblica.
En general, «Good Omens» sigue siendo una serie muy bien valorada por su humor, ambientación y la química entre sus protagonistas, manteniendo el encanto que hizo que la primera temporada fuera un éxito.