Estados Unidos enfrenta una serie de desafíos meteorológicos extremos este fin de semana, afectando a grandes sectores del país con diferentes fenómenos que ponen en alerta a las autoridades y a la población. Unos 100 millones de personas están bajo amenaza por una ola de calor que podría batir récords de temperatura en varias regiones, incluyendo el Valle de Ohio y el Atlántico medio. Según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS), se espera que la temperatura alcance los 37 grados Celsius (100 grados Fahrenheit) en Washington D.C., con una sensación térmica que podría llegar a los 43 grados Celsius (110 grados Fahrenheit).
Al mismo tiempo, el Valle Central de California está experimentando condiciones adversas para el control de incendios forestales, con un fuego en el condado de Colusa que ya ha consumido cerca de 20,000 acres y está contenido en un 35%. Estas altas temperaturas, que llegan justo después del inicio oficial del verano, aumentan considerablemente el riesgo y dificultan la labor de los bomberos.
Por otro lado, intensas lluvias han provocado inundaciones catastróficas en partes del noroeste de Iowa, llevando a la gobernadora Kim Reynolds a emitir una proclamación de desastre para 21 condados. Situaciones similares se reportan en Dakota del Sur, y se esperan fuertes precipitaciones en los Grandes Lagos y el norte del Valle del Misisipí, así como en partes del sur de Nueva Inglaterra.
En Nuevo México, aunque las altas temperaturas persisten, condiciones monzónicas están ayudando a controlar dos incendios que afectan al estado. Además, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) ha advertido sobre el potencial desarrollo de un sistema tropical en el suroeste del Golfo de México, que podría seguir la trayectoria de Alberto y afectar principalmente al noreste de México y el sur de Texas, incrementando el riesgo de inundaciones en esas áreas.
Este panorama complejo y diverso subraya la importancia de una preparación adecuada y el seguimiento constante de las alertas y recomendaciones de las autoridades locales y nacionales para minimizar los riesgos y garantizar la seguridad de todos los afectados por estos fenómenos meteorológicos extremos.