Es común oír que la política está polarizada en muchos lugares, pero un alcalde de una pequeña ciudad brasileña llevó a otro nivel esa frase cuando libró una pelea dentro de una jaula para ajustar cuentas con un exconcejal.
Simao Peixoto, alcalde del municipio de Borba, en el estado Amazonas, ha tenido una disputa de larga data con el exconcejal Erineu “Mirico” da Silva.
La gota que colmó el vaso, según informes de los medios locales, llegó cuando Da Silva publicó un video en el que criticaba la gestión de Peixoto en el Balneario do Lira, la principal atracción turística del municipio.
En las imágenes, el exconcejal amenazaba al mandatario con una “paliza”, a lo que Peixoto, de 39 años, respondió con un desafío: una pelea de artes marciales mixtas en un octágono reglamentario, con árbitro y fanáticos, de acuerdo con el Diario do Nordeste.
La pelea de tres asaltos se realizó en las primeras horas del domingo en el polideportivo de Borba, con una gran multitud alborotada que incitaba a los dos rivales.
Peixoto, un fanático de las MMA al que le gusta aparecer en anuncios políticos con sus guantes de lucha puestos, entró al ring haciendo un gesto de degollar en dirección a Da Silva, según se observa en el video en línea de la pelea.
Los dos hombres descamisados no perdieron el tiempo intercambiando golpes, pero parecieron cansarse rápidamente.
Da Silva se las arregló para tumbar dos veces al alcalde -una de ellas con un derechazo tempranero, otra con un barrido de pierna en el tercer asalto-, pero los jueces dieron a Peixoto como ganador.
La pareja parecía haber agotado su animosidad al final de la pelea, intercambiando un abrazo bondadoso.
Tras la disputa, Peixoto aseguró que el objetivo del combate era promover los deportes. Y también fue para la caridad, pues a los espectadores se les pidió donar comida para los necesitados.
Pero a algunos no les hizo gracia.
El regulador sanitario de Amazonas aseguró que exigirá una explicación de la ciudad por permitir una multitud de hinchas sin mascarillas dentro de un espacio cerrado, violando los protocolos anticovid-19 que urgen el distanciamiento social.
Otros cuestionaron a los “luchadores” por convertir la ya polarizada política brasileña en una pelea de jaula.
“Sólo hubo perdedores, el sano debate público y, sobre todo, los votantes”, escribió la revista Veja.
Sin embargo, algunos brasileños pidieron que la actividad se replique, en un país que parece encaminarse hacia un tenso enfrentamiento electoral el próximo octubre entre el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro y su némesis, el exmandatario de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva.
“¿Se imaginan a Bolsonaro y Lula en el ring, igual que el alcalde de Borba y el concejal? Sin restricciones, eso sí”, bromeó un usuario de Twitter. AFP