La temporada de lluvias en Guatemala, que comenzó en mayo, ha dejado al menos 65 personas muertas y más de 4 millones de personas afectadas. Las lluvias han causado daños significativos en varias regiones del país, con inundaciones, deslizamientos de tierra y daños en la infraestructura vial. La región más afectada fue Alta Verapaz, en el norte de Guatemala, donde se registraron 6 muertes.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) informó que se han registrado 13 desaparecidos y que las lluvias han dejado a más de 23,690 personas damnificadas. Además, comunidades enteras han sufrido inundaciones y daños considerables.
Este desastre natural es un recordatorio de la vulnerabilidad de muchas regiones de Guatemala ante las condiciones climáticas extremas. El país ha experimentado una serie de desastres naturales en los últimos años, incluyendo erupciones volcánicas, terremotos y tormentas tropicales. La respuesta a estos eventos requiere una planificación adecuada y una coordinación efectiva para proteger a la población y mitigar los daños.