Las lluvias torrenciales en el norte de China han causado al menos 10 muertes adicionales en la región alrededor de Pekín, lo que eleva el número de víctimas fatales a al menos 30 desde principios de semana. Las inclemencias inéditas por su intensidad han afectado una región que generalmente carece de agua.
El tifón Doksuri, que se convirtió en una tormenta después de golpear Filipinas, ha provocado lluvias torrenciales en una parte de China en los últimos días, afectando especialmente a Pekín y su gran región.
La provincia de Hebei, cercana a Pekín, es la zona más afectada, con enormes extensiones de agua inundando la provincia a lo largo de kilómetros. La ciudad de Baoding, que tiene 11,5 millones de habitantes y es conocida por su producción de acero, ha sufrido graves consecuencias con al menos 10 muertos y 18 desaparecidos, y más de 600,000 personas evacuadas.
Otras áreas afectadas también han visto calles y tierras agrícolas completamente inundadas, lo que ha llevado a la evacuación masiva de la población en algunas zonas.
China ha enfrentado fenómenos meteorológicos extremos en los últimos meses, incluyendo olas de calor y lluvias torrenciales, que han resultado en pérdidas humanas y desastres naturales. En julio, los desastres naturales causaron 147 muertes o desapariciones en el país, con la mayoría de ellas atribuidas a inundaciones o desastres geológicos.