Al menos 14 policías murieron y otros tres resultaron heridos el lunes luego de ser emboscados por un grupo de civiles armados, según confirmaron las autoridades locales. Los agentes patrullaban en el municipio de Aguililla, en el estado de Michoacán, una entidad en el centro del país que está inmersa en la ola de delincuencia que México está experimentando.
La patrulla local atacada estaba llevando a cabo un mandato judicial para acompañar a una madre y su hija a realizar una diligencia en Morelia, la capital de la entidad, cuando fue agredida, según informó el gobierno estatal. En un video circulado en las redes sociales, varios autos de la policía están en llamas junto a la carretera.
El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, describió la emboscada como "cobarde" y calificó las "maniobras para confundir" las cartas encontradas en los parabrisas de las patrullas, en las que un grupo armado atribuye el ataque. LLa Secretaría de Seguridad Federal, encabezada por Alfonso Durazo, condenó el evento y ofreció su ayuda a las autoridades locales para encontrar a los responsables del ataque. "Ponemos a disposición del Gobierno del Estado todos nuestros recursos humanos y tecnológicos", dijo el departamento ministerial en su cuenta oficial de Twitter.
El evento ocurre el mismo día en que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha presentado un balance esperanzador de su política de seguridad, junto con la cúpula del Gobierno y el Ejército. Durante los primeros nueve meses de la nueva Administración, los homicidios intencionales han crecido un 0,4%, lo que significa una desaceleración de cuatro décimas en comparación con el mismo período del año pasado.
Las fuerzas de seguridad, tanto federales como locales, son objetivos frecuentes del crimen organizado. En los primeros nueve meses del año, se registraron 204 ataques contra las fuerzas federales, con un saldo de 11 muertos y 89 heridos. Hace solo dos semanas, tres miembros de la Guardia Nacional, la institución cívico-militar promovida por López Obrador para combatir la violencia, murieron después de ser atacados en el Estado de Guerrero, en el suroeste del país. En 2018 hubo 303 ataques y 48 muertes. México terminó el año pasado con más de 35,000 asesinatos y una tasa de 29 homicidios por cada 100,000 habitantes, la más alta desde que hay registros.
Michoacán, la meca del cultivo de aguacate millonario, es uno de los frentes de la lucha contra la violencia. La entidad es un territorio en disputa entre los llamados grupos de autodefensa y el poderoso Cartel de Jalisco Nueva Generación. Algunos medios locales han señalado a esta banda criminal como responsable del ataque del lunes, aunque todavía no hay confirmación oficial.
A principios de agosto, se encontraron 19 cuerpos, algunos desmembrados y otros colgando de un puente, en la ciudad de Uruapan, conocida como la capital del aguacate de Michoacán. El fiscal del estado, Adrián López, atribuyó ese crimen a "una lucha entre células que disputan el territorio", sin poner nombres.