Aída Cartagena Portalatín y la novela experimental dominicana

Se puede afirmar que Portalatín  renueva el arte de la novela en República Dominicana y a su vez hace aportes valiosos en cuanto al tratamiento de nuevas formas linguísticas, la construcción de personajes pero sobre todo, la noción espacio-temporal o mas bien, lo que Mijail Bajtin llama teoría del cronotopo.

De todos los géneros literarios dominicanos, la novela es quizás el que ha tenido menos suerte y menos alcance internacional. A  diferencia de la poesía que a principios del siglo XX dio muestra de una temprana vanguardia, el cuento dominicano ha sido el único género que ha gozado de cierto prestigio y cierto alcance internacional.

Respecto de la novela, críticos y teóricos han tratado de buscar las causas por las cuales la novela dominicana no se ha insertado en el       Boom de las grandes producciones latinoamericanas y no ha sido tomada en cuenta por prestigiosos grupos editoriales,  asentados en Argentina y Mexico o en otras ciudades  europeas como Madrid y Barcelona, esta última considerada capital mundial del libro en español. También el género ha estado ausente de los grandes enclaves de la crítica académica internacional, concentrados en las universidades de EE.UU., Cánada y Europa. Algunos han señalado causas geográficas como el tema de la insularidad junto a nuestra condición de isleños. Otros hablan de la falta de una adecuada política cultural y editorial por parte del Estado, que coloque el libro dominicano en los mercados internacionales a través de las embajadas en los países con los cuales tenemos relaciones diplomáticas.

También se ha criticado que la educación dominicana no ha colocado en su curriculo el tema de la lectura como centro de nuestra enseñanza literaria y que por esa razón no se ha construído en República Dominicana un verdadero mercado de lectores, capaces de colocar el libro como centro del conocimiento, consecuencias estas que han mermado la vocación literaria de los nuevos novelistas y de paso, la calidad de la misma. En ese sentido, es bueno advertir que en nuestra historia literaria, la novela tuvo una aparición tardía y se señala este hecho como una de las causas  principales de nuestra pobreza narrativa. Amén de que el novelista dominicano no es un escritor de oficio, ya que en nuestro país la escritura no tiene un carácter profesional remunerativo, sino que es asumida como hobby o como pasatiempo, cuando no, como medio para alcanzar “prestigio” o escalar posiciones sociales y por este motivo los escritores publican libros de tarde en tarde. Parece que el novelista dominicano en su sano juicio, no ha sido capaz de producir fisuras y crear una escritura disidente en el panorama literario dominicano, cuyo discurso sea docto de múltiples versiones, sobre lo real pasado y lo real contemporáneo, el cual ponga en escena un debate intelectual de lecturas y sentidos sobre lo que es la cultura dominicana. Esto significa que el novelista no ha asumido la ficción literaria con el interés de reordenar y provocar una verdadera reversión de los relatos canónicos de nuestro pasado histórico como lo hizo el peruano Mario Vargas Llosa con la publicación de  La fiesta del chivoen el año 2000.

«El fenómeno que constituye Escalera para electra en la narrativa dominicana del siglo XX es un hecho valioso».

Da la impresión de que el novelista dominicano no asumió desde un principio,  el impacto que produjo  la Nueva novela latinoamericana del siglo XX en su condición contestataria dentro del marco de la historia social y política de Latinoamérica. Aun así, ni en  la versión tradicional de la novela de los años treinta hasta el sesenta como es el caso de la Novela regionalista, cuyo tratamiento ahonda profundamente en las raíces de la condición humana, desde la vertiente política y social. En República Dominicana, donde hemos tenido quizás los mismos hechos y otros de más grandes dimensiones, se han abordado estos temas desde una perspectiva superficial, no así en profundidad. En consecuencia, el novelista dominicano, ha caído quizás en un ensayismo insuficiente  con algunos ribetes anecdóticos que han empobrecido el trabajo literario.

De acuerdo con la evolución novelística dominicana y la tendencia al experimentalismo en la narrativa de largo aliento, hay que reconocer el giro que dio la novela con las producciónes de Marcio Veloz Maggiolo y Aída Cartagena Portalatín  como los verdaderos consagrados en ese sentido. El primero con la publicación de Los angeles de huesoen la que hace un deslinde de las más novedosas técnicas narrativas nunca antes empleadas en  República Dominicana.  El otro gran aporte lo constituye sin duda Escalera para electra de Aída Cartagena Portalatín. En lo formal la autora trae al país el legado de las escuelas lingüísticas de Europa entre los años 30 y 60, pero sobre todo el dominio y el conocimiento que ella tenía del teatro y la cultura griega, especificamentre de  las obras de Sófocles, Euripides y Esquuilo. Esto se pone en juego a partir de la forma estructural del relato, que a su vez constituye una propuesta contextual sin precedentes, ya que fluyen en un mismo  hilo conductor recursos líricos intercalados con recursos narrativos y propuestas formales y estructurales de piezas dramáticas del teatro clásico. En ese sentido se puede afirmar que Portalatín  renueva el arte de la novela en República Dominicana y a su vez hace aportes valiosos en cuanto al tratamiento de nuevas formas linguísticas, la construcción de personajes pero sobre todo, la noción espacio-temporal o mas bien, lo que Mijail Bajtin llama teoría del cronotopo.

Simbolicamente la escalera de Aída, descifra peldaño a peldaño los ejes temáticos  más relevantes de la cultura griega; gracias a la superposición de planos narrativos a través de mudas espaciales y temporales.  La trama de esta novela se ve un tanto objetiva, porque nos permite una aproximación mucho más cercana y una inserción en lo que era la noción de realidad  como frecuencia temática. En vez del tiempo histórico, estático, hay en esta novela un tiempo que se proyecta hacia el presente, por eso la escalera está tendida a los pies de Swain y a los pies de Electra.Precisamente, tratar de recuperar la noción de tiempo y espacio en la novela es a su vez recuperar la Electra griega, que es la matriz de la cultura de occidente.

En este caso el tiempo es un plano superpuesto entre Moca y Grecia. Esta es la razón por la cual Escalera para electra constituye una propuesta interesante vista desde todos los planos posibles. No en vano, Swain es un personaje de la novela En busca del tiempo perdido de Marcel Proust. Hay que precisar aquí la importancia del vínculo histórico que constituye el mito de la Electra griega. En la obra de Sófocles Electra es un símbolo de la condición libérrima de la mujer y sus derechos naturales, como expresión de amor y como expresión de libertad espiritual. Es así como en el discurrir novelesco de esta trama, quedan expuestos aspectos esenciales de la novela moderna, ya que Aída fusiona con mucha propiedad elementos de la clasicidad cultural europea y de la cultura griega, con elementos de la vida de occidente.

El fenómeno que constituye Escalera para electraen la narrativa dominicana del sigloXX es un hecho valioso que tuvo y ha tenido mucha apertura en el panorama novelístico dominicano, en el sentido de que Aída inaugura, a partir de los años setenta, una nueva sensibilidad en el arte de la ficción, con el auspicio de nuevas aperturas temáticas. De ahí que para mi, esta novela constituye sin duda un  legado valioso para la cultura caribeña y uno de los momentos más impactantes de la narrativa dominicana de todos los tiempos.