La Asociación de Software de Entretenimiento (ESA, por sus siglas en inglés) decidió cerrar definitivamente la E3 (Exposición de Entretenimiento Electrónico), recoge The Washington Post este martes. Stanley Pierre-Louis, presidente y director ejecutivo de la asociación comercial que representa los intereses de la industria de los juegos en Estados Unidos, señaló que después de «más de dos décadas de albergar un evento que ha servido como escaparate central para la industria estadounidense y mundial de los videojuegos», la exposición está oficialmente muerta.
Un colapso multicausal
La ESA apunta a una combinación de factores para explicar el colapso de la E3, evento que comenzó en 1995 como una feria comercial para que los usuarios se reunieran con editores y creadores de juegos, y que alguna vez fue la plataforma de medios y convenciones más grande de la industria del juego. «Sabemos que toda la industria, tanto los jugadores como los creadores, sienten mucha pasión por E3. Compartimos esa pasión», dijo Pierre-Louis.
«En ese momento, como industria, entendimos el poder que tienen los juegos», explicó Pierre-Louis, «pero muchos otros no apreciaron el importante papel que desempeña nuestra industria en el sector de la innovación, en la creación de expresiones artísticas serias y en contribuciones al crecimiento económico». «Sabemos que es difícil decir adiós a un evento tan querido, pero es lo correcto, dadas las nuevas oportunidades que tiene nuestra industria para llegar a los fanáticos y socios», agregó.
Las nuevas oportunidades
Desde la agencia señalan que la irrupción de nuevos competidores, el retiro de socios, los cambios en los hábitos de la audiencia y las interrupciones provocadas por la pandemia de covid-19 pusieron fin a años de intentos de resucitar el evento.
En los últimos años se han creado eventos para exhibiciones independientes y anuales, como el Summer Game Fest y los Game Awards, que han resultado en una seria competencia para la E3. También tuvo un efecto devastador la decisión de Sony PlayStation de abandonar el evento en 2018. Esta acción provocó un efecto dominó, que hizo que otros proveedores y empresas retiraran su respaldo al evento.
Por otro lado, la audiencia ha experimentado cambios en sus hábitos, y ahora las empresas realizan videoconferencias de noticias en línea que brindan información directamente a las audiencias, sobre nuevos juegos y productos, sin los costos asociados con la asistencia a una feria comercial.
Por último, las cuarentenas provocadas por la pandemia de covid-19 obligaron a varios editores de juegos a adoptar el formato de conferencia de prensa en línea, con diversos grados de éxito. «Las empresas ahora tienen acceso a los consumidores y a las relaciones comerciales a través de diversos medios, incluidos sus propios escaparates individuales», subrayó Pierre-Louis.
La industria sigue viva
No obstante, Pierre-Louis dice que el cierre del E3 significa que el negocio de los videojuegos «ha florecido de diferentes maneras». «Cualquiera de estas grandes empresas puede crear un escaparate individual… [y] también asociarse con otros eventos de la industria para mostrar la amplitud de los juegos», puntualiza. «Eso es emocionante para nuestra industria y significa que es una oportunidad para que exploren cómo atraer nuevas audiencias de diferentes maneras», agrega.
Fuente: RT