Times Square repleta de gente. El Central Park con sus botes a pedal en el lago. La vidrieras decoradas en la Quinta Avenida. Y la clásica pizza que se vende por porciones. Estas son las postales más conocidas de la ciudad de Nueva York -o el centro del mundo, como a ellos les gusta que les llamen-.
Pues bien, al parecer muy pronto no se conseguirán ya las tradicionales porciones de pizza, o al menos no las que los neoyorquinos estaban acostumbrados a consumir. Originalmente la pizza en la gran manzana se hacía en hornos a carbón. Pero como el carbón consumía demasiado oxígeno, y por ende requería mucho espacio. Por eso desde hace tiempo la mayor parte de la tradicional pizza neoyorquina se hace en hornos a leña.
Pero la leña (así como el carbón) contamina, y la ciudad está haciendo un esfuerzo para disminuir el 75% de sus emisiones de carbono. El Departamento de Protección Medioambiental (DEP por sus siglas en inglés) de la municipalidad de Nueva York redactó nuevas reglas que entrarán en vigor en los próximos meses y afectarán directamente a las tradicionales pizzerías (se estima que hay alrededor de 100 en la isla de Manhattan).
“Todos los neoyorquinos merecemos respirar aire saludable, y los hornos a leña o carbón son uno de los factores que más contribuyen a la contaminación del aire en los barrios donde la calidad de nuestro aire es mala. Esta es una regla de sentido común que desarrollamos en conjunto con los restaurantes y los grupos de protección medioambiental”, explicaba Ted Timbers, vocero del DEP, a la prensa.
Para que no les de un ataque a los puristas de la pizza neoyorquina, las autoridades advirtieron que tienen todavía un as bajo la manga. Los técnicos están estudiando la posibilidad de que se le exija instalar unos filtros especiales a los restaurantes para que no tengan que cambiar sus hornos, pero igual disminuyan las emisiones de carbono.
Estos filtros cuestan alrededor de 20 mil dólares, que dados los costos de mantener un negocio abierto en Nueva York no sería tanto dinero. Pero el mayor problema no es la instalación de los filtros, sino mantenerlos que suele ser difícil y trabajoso.
Desde la cámara de pequeños comerciantes de Nueva York han salido públicamente a cuestionar el impacto de la medida, asegurando que descreen del nivel de impacto ambiental que tengan algunos hornos en la ciudad.
Nueva York es una de las ciudades con las medidas medioambientales más estrictas en el país, y no sería la primera vez que los comerciantes deben realizar modificaciones costosas para poder trabajar en regla.
La posible eliminación de los hornos de pizza al carbón o leña en Nueva York presenta varias ventajas y desventajas:
Pros:
- Reducción de las emisiones de carbono: los hornos alimentados por carbón o leña producen dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero. Al eliminar estos hornos, se reducirían las emisiones de carbono de la ciudad, lo que contribuiría a los esfuerzos para combatir el cambio climático.
- Mejora de la calidad del aire: además del dióxido de carbono, estos hornos también pueden emitir partículas y otros contaminantes del aire. Eliminarlos podría ayudar a mejorar la calidad del aire en Nueva York.
- Incentivar la innovación: esta medida podría incentivar el desarrollo de tecnologías de cocción más limpias y eficientes, lo que podría tener beneficios a largo plazo para la industria de la pizza y el medio ambiente.
Contras:
- Cambio en el sabor y la textura de la pizza: Muchos amantes de la pizza argumentan que los hornos de carbón o leña dan a la pizza un sabor y una textura únicos. Eliminar estos hornos podría cambiar la experiencia de comer pizza en Nueva York.
- Impacto en los negocios: Para las pizzerías que dependen de estos hornos, la transición a tecnologías alternativas podría ser costosa y disruptiva.
- Pérdida de tradición: La pizza al carbón o leña es una parte importante de la tradición culinaria de Nueva York. Eliminar estos hornos podría ser visto por algunos como la pérdida de una parte valiosa de la identidad cultural de la ciudad.