Las personas que viajan en avión están siempre dispuestas a transigir con infinidad de episodios molestos, desde el estricto escrutinio de las medidas de las maletas a los largos desplazamientos hacia algunos aeropuertos. Pero hay una incómoda limitación que estoy seguro que saca de quicio a todos los viajeros del planeta por igual: la de tener que sacar los líquidos y los ordenadores de nuestro equipaje de mano. Afortunadamente, parece que esta ya es una medida que tiene los días contados.
Como han explicado fuentes de Aena al periódico El País, los aeropuertos de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat (a los que se irán sumando otros aeropuertos españoles dentro de poco) van a adquirir unos nuevos escáneres con tecnología de rayos X en sus controles de seguridad que les permitirán generar imágenes 3D del contenido de las maletas para poder inspeccionarlas con todo lujo de detalle.
Estos nuevos escáneres, que esperan poder tener operativos cuando concluya su proceso de licitación a finales de 2023 o principios de 2024, podrán agilizar enormemente el proceso de check in y permitirán también detectar con mayor precisión ciertos tipos de amenazas. Este tipo de máquinas ya se están utilizando actualmente en los principales aeropuertos de Londres y en más de una decena de aeropuertos de Estados Unidos.
Además de estos nuevos sistemas de control, que ya no obligan a los usuarios a sacar del equipaje de mano los líquidos o equipos electrónicos, las autoridades aeroportuarias europeas han aprobado acabar con la molesta norma que impedía a los viajeros llevar consigo botes de 100 mililitros como máximo, por lo que por fin será posible llevar encima botellas de agua o refresco y los productos de higiene básica que todos tenemos en casa.