El presidente Luis Abinader subrayó que la actual crisis sociopolítica en Haití ha tenido un impacto directo en los intereses de la República Dominicana. Ante esta situación, se vio obligado a tomar medidas drásticas, incluyendo el cierre de la frontera por aire, mar y tierra, hasta que se detenga la construcción de un canal que alteraría el curso del río Masacre. Durante un discurso que duró aproximadamente ocho minutos y fue dirigido a la nación, Abinader enfatizó que si bien existen grupos «incontrolables» en Haití, estos serán frenados cuando se trate de los intereses de la República Dominicana. Explicó las implicaciones negativas de la construcción del canal en el caudal del río y el ecosistema circundante, además de mencionar cómo dicha construcción fue realizada sin consulta y en violación de acuerdos bilaterales.
Ratificó que las medidas, como la restricción de visados y la prohibición de entrada a los promotores del proyecto, seguirán vigentes hasta que se detengan por completo los trabajos en el canal. Abinader subrayó que la intención no es buscar un conflicto con Haití, sino enfrentar a aquellos que amenazan la seguridad de los recursos hídricos y la estabilidad gubernamental en ambos países.
Asimismo, aseguró que la situación en la frontera está bajo control y garantizó la paz y seguridad en la República Dominicana. Explicó que la solución definitiva a la crisis haitiana reside en la comunidad internacional y reiteró el compromiso de su gobierno de defender los intereses del pueblo dominicano.
El presidente tiene programado viajar a Nueva York para participar en la 78va Asamblea General de las Naciones Unidas, donde expondrá la situación actual y sostendrá una reunión con el presidente de Kenia para discutir la posible participación de tropas de esta nación africana en Haití.