Luis Abinader, actual presidente y candidato presidencial de la República Dominicana, ha estado equilibrando sus roles de líder nacional y aspirante político al combinar eventos oficiales con actividades de campaña. Recientemente, Abinader asistió a la ceremonia de proclamación como candidato presidencial del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) en el Coliseo Teo Cruz, y posteriormente lideró el evento «Navidad del Cambio» en el sector San Carlos como jefe de Estado.
El presidente también estuvo presente en un evento de entrega de apartamentos en San Luis, continuando con su doble función. Esta práctica se repitió el sábado pasado, cuando, después de su proclamación como candidato por parte de la Alianza Por la Democracia (APD) y la Misión Amplia Alianza Sociopolítica (MAS), Abinader inauguró dos escuelas en Los Alcarrizos y entregó apartamentos en el Residencial Don Antonio en los Bajos de Haina.
Esta estrategia de mezclar actividades oficiales y políticas no es nueva y ha sido utilizada por ex presidentes dominicanos como Joaquín Balaguer, Leonel Fernández, Hipólito Mejía y Danilo Medina. En el caso de Fernández, usó esta táctica en 2012 para apoyar a Medina y Margarita Cedeño.
Según la Ley de Régimen Electoral 20-23, los empleados públicos que son candidatos deben tomar licencia durante la campaña electoral. La ley establece que desde que la Junta Central Electoral (JCE) acepta su candidatura, deben suspender sus funciones sin sueldo hasta después de las elecciones. Sin embargo, esta normativa no parece aplicarse al presidente Abinader, que sigue ejerciendo ambas funciones.