Skydweller va muy en serio. La empresa hispanoestadounidense que ha desarrollado el primer avión solar de vuelo perpetuo con un propósito comercial lleva muchos meses realizando vuelos de prueba en el cielo de Castilla La Mancha. En junio del año pasado tuvimos la oportunidad de visitar sus instalaciones de Albacete, en las que reside su centro de ingeniería y desarrollo, y salimos de allí con la sensación de haber sido testigos de una propuesta seria y con potencial.
De hecho, algunas de las organizaciones que siguen muy de cerca los avances que está realizando esta compañía son el Ministerio de Defensa español, el Departamento de Defensa de Estados Unidos y los Ministerios de Defensa de Francia y Luxemburgo. No obstante, las aplicaciones en las que encaja la aeronave que ha desarrollado Skydweller no son solo militares.
También aspira a tener un papel importante en la transición ecológica en la que nos hemos embarcado y puede intervenir en acciones de salvamento marítimo, en la lucha contra los incendios, e, incluso, puede actuar como una torre de comunicaciones volante capaz de proporcionar cobertura 5G a lugares remotos o en situaciones de emergencia, entre otros escenarios de uso. Eso sí, antes de ser utilizado para todo esto este avión debe superar muchas pruebas muy rigurosas.
Pruebas de vuelo autónomo superadas. Próxima parada: vuelos con carga útil
El avión solar de Skydweller tiene una doble ambición: permanecer en vuelo ininterrumpido durante el mayor tiempo posible, y, además, operar de una forma completamente autónoma. Sin piloto y sin la necesidad de ser controlado desde tierra. Sus dos mejores bazas para alcanzar estos objetivos son los paneles fotovoltaicos alojados sobre sus alas, que son los responsables de que pueda mantenerse en el aire entre tres y cuatro meses sin tocar el suelo ni una sola vez, y la inteligencia artificial que se responsabiliza de que pueda despegar, volar y aterrizar sin que medie la intervención de un piloto humano.
A mediados del año pasado, en el momento en el que visitamos las instalaciones que tiene Skydweller en Albacete, esta empresa ya había realizado con éxito varios vuelos de prueba, pero todavía tenía por delante varios tests que debían demostrar que su tecnología ha alcanzado la madurez necesaria para dar el siguiente paso relevante en su itinerario. Ya los ha completado. Y es que acaba de anunciar oficialmente que ha finalizado las pruebas de vuelo autónomo empleando su nuevo sistema de control fly-by-wire, que prescinde de los controles de vuelo manuales con los que todos estamos familiarizados y los sustituye por una interfaz electrónica.
Esto no significa que durante las pruebas no hubiese ninguna persona en la cabina del avión; sí iba un piloto, pero solo por razones de seguridad. Afortunadamente para esta empresa todo salió bien, por lo que el técnico no se vio obligado a intervenir y la aeronave ha conseguido superar las exigencias en materia de seguridad operativa que impone la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).
No obstante, antes de poder llevar a cabo operaciones comerciales esta aeronave debe superar más tests. Su siguiente desafío consiste en desarrollar la tecnología ncesaria para planificar vuelos con carga útil, y después de esto deberá demostrar la viabilidad del vuelo autónomo no tripulado. Sin piloto a bordo. El plan industrial de Skydweller pasa por producir cinco unidades durante 2023 y diez más en 2024, aunque con la ayuda de uno de sus socios estratégicos, la compañía aeronáutica italiana Leonardo, podría fabricar muchas más si fuese necesario. No suena pero que nada mal.